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Sin un acuerdo en la mesa de concertación salarial, el Gobierno decidirá si hay “segundo tiempo” o si el aumento será vía decreto, como pasó el año anterior
Tal como se preveía, ni los empresarios ni las centrales obreras cedieron en sus propuestas para el aumento del salario mínimo del próximo año. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, informó que no se alcanzó un acuerdo entre las partes en la mesa de concertación.
Según lo señalado por el titular de la cartera, el siguiente paso será que las partes presenten sus salvedades. “Tanto los empresarios como los trabajadores deberán radicar ante el Ministerio de Trabajo sus observaciones y opiniones sobre las propuestas de la contraparte, así como sus consideraciones generales”, añadió Sanguino.
Posteriormente, el Ministerio del Trabajo, junto con el presidente Gustavo Petro, definirá si se abre un “segundo tiempo” en la mesa de concertación o si, en su defecto, el incremento se fija mediante decreto.
“El Ministerio de Trabajo examinará esas salvedades y definiremos si se habilitan espacios bilaterales con las partes. Con base en esas consultas, decidiremos junto con el presidente si nos damos un segundo tiempo o si, definitivamente, el salario mínimo se expedirá por decreto”, dijo Sanguino.
El ministro añadió que el plazo final para un eventual acuerdo es el 30 de diciembre, conforme a lo estipulado por la ley, y advirtió que, si las posiciones continúan tan distantes, el incremento se fijará por decreto, como ha ocurrido durante los últimos dos años.
“Definiremos habilitar espacios bilaterales con las partes, y decidiremos con el presidente si nos damos un segundo tiempo o si, definitivamente, el salario mínimo se expedirá por decreto”.
“Como se preveía, no iba a haber acuerdo. Los empresarios se pegaron de factores técnicos. Mientras los empresarios no se muevan, las centrales no nos moveremos”.
Sanguino señaló que las centrales obreras insistieron en que el aumento fuera de dos dígitos como condición para abrir la discusión. A su turno, Fabio Arias, presidente de la CUT, afirmó que, como se anticipaba, no hubo acuerdo, al considerar que los empresarios se aferraron a criterios técnicos, y subrayó que ninguna de las partes modificó las propuestas planteadas.
Las centrales obreras propusieron un aumento de 16%, mientras que los empresarios plantearon inicialmente un ajuste de 7,21%. Frente a estas posiciones, Sanguino señaló que ambas partes mostraban disposición para acercar posturas; sin embargo, Arias advirtió que los trabajadores no reducirían su propuesta si los empresarios tampoco lo hacían.
Desde la perspectiva sindical, un incremento de 16% llevaría el salario mínimo a $1.650.680, más $232.000 por auxilio de transporte. En contraste, la propuesta empresarial de 7,21% fijaría el mínimo en $1.525.598, con un auxilio de transporte de $214.420.
Entre el 16 y el 17 de diciembre se presentarán los escritos de salvedades de cada parte, mientras que los días 18 y 19 de este mes estarán destinados a su análisis.
Por su parte, entre el 22 y el 26 de diciembre se realizarán las jornadas de concertación extraordinarias, las cuales podrían extenderse hasta el día 29. Si en esos espacios no se alcanza un acuerdo, el 30 de diciembre será la fecha límite para que el Gobierno expida el incremento mediante decreto. De ocurrir así, sería el tercer año consecutivo en que el aumento del salario mínimo se fija por esta vía.
Con posturas aún distantes entre empresarios y sindicatos, y un calendario ajustado, el Gobierno tendrá la última palabra si los espacios extraordinarios no logran acercar a las partes.
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Ahora las partes deberán presentar sus salvedades y el Ministerio definirá si se concertan jornadas extraordinarias o si el aumento irá por decreto
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