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El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino
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El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, aseguró que los indicadores económicos respaldan los aumentos salariales que ha hecho el Gobierno Petro
En medio de la negociación del salario mínimo para 2026, surgió el debate sobre si un aumento de doble dígito puede incidir negativamente en la inflación. Mientras el Banco de la República sostiene que sí genera presiones inflacionarias, el Gobierno de Gustavo Petro afirma que un incremento sustancial impulsa la productividad y mejora los ingresos de los trabajadores.
El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, insistió que el incremento del salario mínimo no necesariamente conduce a un aumento de inflación, por el contrario, respaldó la postura del jefe de Estado.
No es una posición caprichosa. ¿Cómo podría el salario generar inflación si lo hemos incrementado en 37,6% y, por el contrario, la inflación ha caído de 14% que dejó el gobierno de Iván Duque a 5,2% con el que cerrará este año? Esto ha significado un aumento real de 17,2% en los ingresos de los trabajadores, descontando la inflación anual.
Ningún gobierno había aumentado el salario en esa magnitud. Quienes defienden lo contrario se enfrentan a las propias realidades económicas y a las cifras disponibles. No estamos inventando argumentos: está demostrado que el incremento del salario mínimo no necesariamente conduce a un aumento de la inflación.
Debo destacar que, esta vez, los empresarios presentaron una propuesta concreta, con cifras y porcentajes de incremento, lo que facilita significativamente la discusión. Este ha sido un debate que se ha desarrollado en la Comisión de Concertación en un muy buen ambiente.
Es habitual que en la negociación las partes lleguen con propuestas muy cercanas a sus expectativas. En este caso, los trabajadores aproximan su propuesta al concepto de salario usado por la Organización Internacional del Trabajo. Me parece que los trabajadores están en todo su derecho de presentar propuestas que se aproximen a sus expectativas.
Los empresarios, generalmente, tratan de reducir al máximo los costos laborales y de presentar propuestas que se acerquen a los índices de la inflación, de tal suerte que el incremento salarial no esté más allá o muy distante de la inflación causada y registrada por el Banco de la República y por el Departamento Administrativo Nacional de Estadística.
Para proteger nuestro papel mediador y facilitar un acuerdo, nosotros nos reservamos los escenarios que hemos venido construyendo con el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Agricultura, el Ministerio de Comercio y el Dane, para presentar distintas fórmulas en la discusión de estas dos propuestas planteadas el martes.
“Cualquier punto adicional a 6,21% ya es una concesión significativa en el contexto actual. Ir más allá implica salidas populistas que comprometerían la creación de empleo formal en el país”.
Los trabajadores propusieron un aumento de 16% tanto para el salario como para el auxilio de transporte. Los empresarios plantearon un incremento de 7,21% para ambos conceptos.
Los empresarios están haciendo uso de la Productividad Total de los Factores, mientras que los trabajadores se han inclinado por la productividad, medida en un horizonte de los últimos 20 años.
En su momento lo definiremos. En los años anteriores ha sido la productividad laboral la que se ha tenido en cuenta, pero si llega ese momento, aunque vamos a insistir en una concertación, pues tomaremos la decisión con el presidente.
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