Periodista de la Universidad Autónoma de Occidente, en Cali, con posgrado en Economía (Universidad Javeriana, en Bogotá) y egresado del Programa de Alta Gerencia, de la Universidad de los Andes. Comenzó en El País de Cali, luego trabajó en El Tiempo y brevemente en El Espectador, siempre en la fuente de economía y negocios. Le gusta la macroeconomía, dado el impacto que tiene en la vida de las personas, pero después de un breve paso por AméricaEconomía (como freelance) y de haber sido responsable editorial de la revista Gerente (durante más de 15 años), se enfocó en contar historias de negocios y hacer perfiles de sus protagonistas. Desde hace dos meses es editor de Economía en La República.
El ciudadano común nunca las relaciona con el salario mínimo, pero vive sus consecuencias. Por ejemplo, puede complicar lograr la pensión para algunos Colombianos
En el corto plazo, estas políticas populistas aún no han hecho mella en el desempleo total, pues este ha continuado descendiendo hacia un promedio del 9% anual, a octubre-2025. Pero es evidente la precariedad de los nuevos puestos de trabajo
El colectivismo empobrecedor no avanza solo por la fuerza de los saqueadores, sino por la culpa moral de los productores. Al socialista le basta con convencer al empresario de que es moralmente sospechoso