Mercadeo más humano

“El mercado todavía son personas” fue escrito por el español Josep Chías, recordándole a la gente de marketing especialmente que eso no había (no ha) cambiado, insistiendo y recordando que hay que tratar a los clientes como seres humanos. La escuela Wharton de la U. de Pensilvania publicó hace unos años un artículo haciendo referencia a la nostalgia y lo que ese sentimiento influye en los mercados (personas), recordando lo que ha sucedido y la aplicación o no del marketing en el mundo, llamando la atención a la gente de mercadeo. Recuerda el artículo que los mercados, como decía Chías, son y les sucede lo mismo que a las personas, como para reafirmar con Darío Gómez que “nadie es eterno en el mundo” y se comenta en él, que muchos de los que hoy sienten nostalgia por el pasado no se explican cómo marcas tradicionales, de gran renombre y prestigio, atraviesan tiempos difíciles, y porqué grandes cadenas han desaparecido, sobre todo después de ser exitosas.

Sears y Payless, multinacionales que han estado en Colombia, y la otrora famosa cadena Toys R Us, por ejemplo. Conocidos son los problemas que han tenido y aparentemente están superando marcas mundialmente famosas como Macy’s, Walmart, Starbucks y otras. Del cementerio mercadológico se recuerdan nombres que hicieron famoso el llamado retail como John Wannamaker y Gimbels, junto a los que fueron líderes como Polaroid y Kodak, que se pensaban inmortales. Muchos son los ejemplos que en Colombia pueden citarse como el calzado Triunfo Unión, SúperLey, Aerocóndor, Sam, El Tía, Caravana, y hace unos días Everfit, que siempre estaba “listo y a la medida”, y más.

Es por eso que mercadeo tiene que entender que los mercados son, y siempre serán, personas, entendiendo que siempre habrá nuevas generaciones y se necesita adaptarse y hacer los ajustes necesarios para ser aceptadas por esos nuevos seres humanos que, todavía son, como siempre dijo Chías.

Para ello existe el marketing, y como ejemplo vale mencionar marcas tradicionales que no se han quedado, como se dice, y están adaptándose a las exigencias y a los lenguajes de esas “nuevas” personas que exigen y reclaman que hablen su idioma y les hagan ofertas que verdaderamente satisfagan necesidades, gustos y expectativas que son, lógicamente, diferentes a las de las generaciones anteriores. Pero que también han tenido problemas y momentos difíciles como la Barbie, que a pesar de tener más de 50 años ha visto cómo sus creadores generan más personajes “descendientes” o parientes de la famosa muñeca para beneplácito de los nuevos mercados. Arturo Calle, Éxito y el parque comercial El Tesoro para citar algunas organizaciones que han entendido que los mercados evolucionan, cambian, y que como los seres humanos, se han equivocado y siguen equivocándose, pero corrigiendo a tiempo y aprovechando las enseñanzas de esos errores.

El mundo digital hace que todo y todos deban ajustarse porque los algoritmos están indicando a las claras que la mal llamada inteligencia artificial exige adaptaciones con rapidez en un mundo en el cual muchas decisiones se toman influenciados por fuerzas externas, aunque muchos no se han dado cuenta de ello y no lo sienten, como afirmó el profesor Kartik Hosanagar en el libro A Human’s Guide to Machine Intelligence que a no pocos preocupa ¡Para pensar!