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No son buenos los datos de desempleo que se han entregado este año y las razones que encuentra el Dane tampoco son técnicas, hay que hacer un estudio que explique la situación
El único dato macroeconómico que no acompaña al Gobierno Nacional por el sendero positivo es la cifra de desempleo que emerge como un factor de preocupación, pues por quinto trimestre consecutivo crece en comparación con su similar del año pasado. El nuevo porcentaje muestra que la tasa de desempleo se ubica en 10,8% para marzo del año en curso, 1,4 puntos porcentuales por encima del resultado del mismo mes de 2018, que fue de 9,4%. Desde ya se puede decir que ha resucitado un problema estructural que se había reducido a un dígito en las últimas administraciones lo que obliga a activar de manera urgente políticas públicas que lleven esa cifra a lugares que no generen mayores preocupaciones ni incertidumbre socioeconómica. El pasado marzo, 347.000 personas dejaron de trabajar, siendo las labores relacionadas con servicio doméstico, construcción y transporte, almacenamiento y comunicaciones las que percibieron una mayor destrucción de empleos. La explicación que da el Dane es que el sector de construcción y transporte se vio afectado por el paro indígena que bloqueó la vía Panamericana durante tres semanas en el suroccidente del país, justificación que no deja de ser coloquial pues en febrero la excusa había sido la llegada masiva de venezolanos y en enero la estacionalidad de la generación de empleo de fin de año. Quizá sea una sumatoria de los tres problemas que deben ser estudiados por los ministerios de Hacienda, Trabajo o Planeación y hasta el mismo Banco de la República, pero debe haber una investigación para tomar las medidas correspondientes; es un hecho que la pérdida de puestos de trabajo ya empieza a orbitar como uno de los dolores de cabeza del Gobierno Nacional que ya llega al noveno mes de su mandato con un indicador en contravía de su gestión que en otros aspectos del manejo económico que son buenos.
Es una alarma temprana que la tasa de desempleo nacional del trimestre enero - marzo 2019 sea de 11,8%, representando un aumento de 1,1 puntos porcentuales frente al trimestre enero - marzo 2018, cuya tasa de desempleo fue 10,7%. Desde el trimestre-móvil de septiembre-noviembre, el desempleo viene subiendo sin encontrar razones de peso para explicar el fenómeno. Ya hace más de 10 meses que cayó por última vez a 9,1%, pero luego empezó a subir hasta 11,8% que es el último dato reportado. En las 13 ciudades y áreas metropolitanas, la tasa de desempleo pasó de 10,6% en marzo de 2018 a 12% en marzo de 2019. Las ciudades que presentaron las mayores tasas de desocupación fueron Quibdó (21,6%), Armenia (19,4%) e Ibagué (18,6%), mientras que las tasas más bajas fueron Cartagena (6,8%), Barranquilla (7,4%) y Pereira (9,4%). Lo curioso es que en donde más llegan venezolanos la cifra de desempleo se mantiene baja como son las ciudades de la Costa Caribe. Son casi tres millones de colombianos en la población económicamente activa que no tienen trabajo, una cifra muy alta que no debe ser con tendencia al alza y para evitarlo debe haber un trabajo conjunto del Gobierno, los gremios de la producción y por qué no de las centrales obreras, pues muchos de los factores estructurales de pérdida de empleos tiene que ver con la carga laboral, la baja calificación o los mismos salarios. Desde ya, el desempleo revive como un asunto que se debe atender con suma urgencia desde varios frentes.
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