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La razón de aumentar la proyección se debe a que la inflación sí ha presentado una senda bajista, pero más lenta de lo esperado
El equipo técnico del Banco de la República revisó el jueves al alza su pronóstico de inflación para este año a 9,8% desde una estimación previa de 9%, pese a recientes datos de desaceleración de los precios. La razón de aumentar la proyección se debe, principalmente, a que la inflación sí ha presentado una senda bajista, pero que ha sido más lenta de lo esperado.
Cabe resaltar que, esta semana, en una nueva Junta Directiva, el Banco de la República decidió por una vez más mantener estable la tasa de intervención de política monetaria. Aunque esta vez, la decisión no fue unánime, y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, señaló que no estuvo de acuerdo; lo cierto es que, al momento, se mantiene estable el costo del dinero con una tasa de 13,25%.
El Emisor indicó que esperará a los resultados de la inflación de los últimos dos meses del año, para replantearse nuevamente un movimiento en la tasa en la Junta de diciembre. El equipo técnico, en el informe, no solo ajustó su proyección de IPC, sino también del PIB. El Emisor prevé un crecimiento para el cierre del año de 1,2%, desde una previa de 0,9%. La expectativa de crecimiento de la cuarta economía de América Latina, aún, se ubica muy por debajo del 7,3% que registró durante 2022.
"Para 2024, el crecimiento sería de 0,8%, antes 1,0%. Esto con una recuperación de la inversión desde los bajos registros estimados para 2023 y con un consumo que mantendría unos niveles similares a los proyectados para el presente año", precisó el informe.
Los costos y precios internacionales de algunos alimentos continuarían moderándose y mitigarían parte de las anteriores presiones inflacionarias. Por lo cual, el equipo técnico del Emisor si espera una mayor baja para 2024, "suponiendo una postura de política monetaria fuertemente contractiva en el horizonte de pronóstico, la probabilidad de que la inflación se sitúe por debajo del 4% se sitúa en 28%".
La inflación continuaría descendiendo durante el primer semestre de 2025 y para el tercer trimestre de dicho año se ubicaría ligeramente por debajo de la meta de 3%, con una probabilidad de 74% de que alcance valores inferiores a 4%.
Aunque, el Banco resaltó que estas proyecciones dependen de algunos factores como el efecto del fenómeno de El Niño, la discusión del salario mínimo y la evolución de la deuda del Fepc. "Se deben de tener presentes incrementos reales del salario mínimo para 2024 que resulten superiores a los aumentos en los niveles de productividad de la economía, que acentúen la indexación, generen mayor persistencia a la inflación, y limiten su reducción esperada", dice el documento.
A esto se suman unos precios del petróleo que, de continuar en los altos niveles actuales, podrían producir presiones adicionales para el Fepc y, por tanto, mayores requerimientos de ajuste en los precios internos de la canasta de combustibles.
Durante la Convocatoria 2 de 2024, que se desarrolló entre el 24 de julio y el 2 de diciembre, se recibieron 76 proyectos que cumplieron con los requisitos
En octubre, la inflación se moderó por cuarto mes consecutivo y se espera que continúe con esta senda bajista en noviembre