¿Y ahora quién podrá defendernos?

Producto de los constantes abusos por parte de empresas prestadoras de servicios de telefonía móvil en el país, ha nacido la nueva generación de la liga para la defensa de los consumidores “Defendemos”, que ha iniciado su trabajo tratando de generar conciencia en los ciudadanos para que por fin nos sacudamos y perdamos esa mala costumbre de permitir que nuestros derechos sean vulnerados. 

Todo comenzó en septiembre del año pasado, cuando la empresa Claro -reconocida en los últimos tiempos por prestar un servicio de baja calidad- suspendió su servicio, que beneficia o perjudica a más de 25 millones de colombianos según el estado del mismo, aduciendo una falla general, dejando incomunicados a sus usuarios durante cinco horas en todo el país. Si bien es cierto que es posible que este tipo de servicios presenten fallas técnicas (más en un país donde la inversión en infraestructura móvil dista de lo que debería ser), no es lógico ni de buen recibo, y por el contrario, a todas luces un tipo de abuso, que una vez normalizado el servicio dicho operador, mediante un mensaje de texto dirigido a sus usuarios, les diera la “gran noticia” de que, a título de compensación por esta falla, tendrían la opción de usar 5 minutos adicionales dentro de los 30 días siguientes a la irregularidad. 

Como recientemente lo ha establecido la Comisión de Regulación de Comunicaciones (CRC), la compensación debe estar ajustada al principio de equidad, por cuanto el tiempo que otorgue el operador bajo esa figura debe ser exactamente el mismo que el sistema dejó de funcionar, es decir, en este caso, cinco horas y no cinco minutos como lo anunció en su momento Claro.

¿Y ahora quien podrá defendernos? Quien gritó “yo”, cual Chapulín Colorado, fue Defendemos (liga del consumidores de Bogotá), que emprenderá, entre otras, una acción de grupo frente a Claro, con el fin de que los usuarios que se vieron afectados en septiembre pasado, por fallas en el servicio y que fueron indebidamente compensados, obtengan una indemnización económica por los perjuicios causados, para así reivindicar los derechos de más de 25 millones de colombianos. Este tipo de iniciativas, valientes y que pretenden frenar los abusos de estas grandes empresas, merecen aplausos y apoyo total de nosotros los consumidores.

Además de esta acción, a la fecha Defendemos está adelantando procesos en contra de compañías como Despegar.com por la publicidad del “mejor precio garantizado”; Codensa, por cambiar los medidores de energía y hacer cobro a los usuarios sin proveerles información suficiente; y LAN, por no respetar el derecho de retracto frente a usuarios, entre otros. 

Pero se preguntarán quién abandera esta noble e importante causa en Colombia. Hablé con Andrés Felipe Hoyos, vicepresidente de Defendemos, y esta fue su enérgica declaración: “en Colombia parecemos estar acostumbrándonos a que nos vulneren diariamente los derechos como consumidores en todos los segmentos de nuestra vida. No podemos seguir permitiendo conductas reprochables e injustas con los bolsillos de los usuarios, quienes al final son los principales responsables de que la debida prestación de los servicios se lleve a cabo. Un consumidor responsable e informado es un replicador de buenas prácticas para las empresas”.

Estoy de acuerdo con él. En algún momento hablé en una columna sobre el “consumidor chimbo” -el que compra pirata y de contrabando-, pues no ejercer los derechos y permitir que sigan abusando de los colombianos como si no pasara nada también lo puede catalogar, estimado lector, como ese “consumidor chimbo”. No olvidemos que el consumo es dinamizador de la economía, pero permitir que abusen de nosotros nos deja en desventaja porque no hacemos que las empresas compitan realmente prestando un buen servicio a costos razonables. 

Esta es una causa que no solo hay que admirar, sino que debe servir para que nos concienticemos de que mientras más rigurosos seamos a la hora de exigir un buen servicio, más beneficiado se va a ver nuestro bolsillo.