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Aunque su primer restaurante ya no existe, el Grupo Gordo cuenta hoy con nueve marcas, entre las que destacan Renata, Julia y Lorenzo
Hace aproximadamente 15 años, Daniel Castaño y Camilo Giraldo, chefs de profesión, se juntaron de forma casi inesperada, según Castaño, para la creación de Emilia Romaña, un restaurante de comida italiana. Hoy, y cobijados bajo el nombre de Grupo Gordo (GG), ya son nueve restaurantes de tipos de cocina distintas que están repartidos por toda Bogotá. Castaño cuenta que hace poco llegaron con un local a Cali, y esperan abrir otras dos sucursales en la capital en 2022.
¿Por qué Grupo Gordo y no Emilia Romaña?
Gordo fue nuestro cuarto restaurante, y aunque con todos los anteriores nos fue bien, fue con este que ‘saltamos a la fama’ y comenzamos a salir en medios y a ser conocidos por él. Además, es un nombre mucho más estético, se puede abreviar a GG y es corto.
¿Cuál es el modelo de negocio del grupo? ¿Ya otorgan franquicias?
Hemos venido aplicando varios modelos de negocio y ha dependido mucho de cada restaurante. Pero no, por el momento en todos los proyectos debemos estar involucrados nosotros dos.
¿Cómo así que depende del restaurante?
Sí, por ejemplo Renata. Un amigo tenía un local desocupado en la Zona T y nos propuso usar ese espacio para que hiciéramos algo. Lo pensamos y como teníamos ganas de montar un sitio de tacos, lo hicimos. Algo parecido pasó con Elektra y fue que una chef, muy amiga nuestra, un día nos dijo que quería montar un restaurante vegano pero con nosotros. Nos volvimos socios y lo montamos.
Ya estamos hablando de comida mexicana y vegana. ¿De dónde vienen esas ideas para sus restaurantes?
De ideas golosas. Literal. Por ejemplo Gordo: Camilo y yo hace 13 años pensamos en que a Bogotá le faltaba un sitio para comer una hamburguesa de restaurante, y no de cadena, y por eso abrimos Gordo. Lo mismo con Julia o Renata, que, con el primero, hacía falta un lugar en donde se pudiera comer una pizza hecha en horno de leña; mientras que el segundo respondió a un antojo mexicano que fuera barato, y no supremamente caro como eran los restaurantes mexicanos que podían encontrarse en aquella época.
Son nueve marcas, ¿a cuántas personas están empleando actualmente?
Hoy somos más de 320 empleados en el grupo. Indirectamente no sabría decirlo, pero también cabe destacar que actualmente está resultando muy difícil conseguir personal de servicio. Y esto es en todo el país.
Estamos en una época inflacionaria importante, ¿cómo los ha afectado?
Nos ha afectado en todos los sentidos y duro. Todo, pero es todo, está caro. Y lo peor es que no para, ha sido y sigue siendo un crecimiento constante.
¿Y cómo lo están sobrellevando y combatiendo?
Nosotros, que asumimos la mitad de estos aumentos, previmos esto desde el año pasado y les subimos 14% a todos los productos de nuestras cartas. 8% del impoconsumo, el cual volvió después de dos años y fue una medida excepcional que nos ayudó del cielo a la tierra, y 6% de aumento en general. Además, con el tema de Rusia y Ucrania, nosotros nos adelantamos y compramos por adelantado muchos suministros para asegurar operaciones ante la incertidumbre.
Sus restaurantes son de cocinas extranjeras, ¿les ha golpeado la TRM?
Por supuesto. Al ser cocinas étnicas, muchos de nuestros productos son importados, entonces un alza en el dólar siempre nos afecta.
¿Cómo esperan cerrar este año?
Esperamos terminarlo siguiendo con nuestras operaciones y trabajando. Tenemos en mente abrir dos nuevos locales, uno de Renata, en la Calle 93, y otro de Gyros en Parque la Colina.
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