Emisor cree que el crecimiento será menor a 1,8% y el IPC estará alrededor de 4%

Luego de conocer que la economía creció solo 1,2% en el primer semestre de 2017, dato que reveló el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), los analistas han prendido las alarmas por el cierre de año que puede tener el Producto Interno Bruto (PIB).

El Banco de la República no escapó a esta discusión, y el gerente general de la entidad, Juan José Echavarría, dijo en la presentación del Informe sobre Inflación de junio de 2017 que posiblemente la economía iba a crecer por debajo de 1,8%, específicamente 1,6% o 1,7%.

Esto implicaría que el PIB volvería al nivel de 2009, cuando la variación del valor agregado de la producción fue 1,7%. Según el Dane, el PIB logró tasas entre 2% (2016) y 6,6% (2011), desde 2010.

“Estamos tocando fondo porque el potencial de la economía no es crecer 2%, tal vez es cercano a 3% y las economías tienden a crecer a su potencial pero cuando no hay choques como el del petróleo”, dijo el gerente del Banco.

Sin embargo, Echavarría también agregó que “sería una buena noticia que la inflación cierre en 3,9% y el crecimiento en 2% este año”.

Precisamente, durante la presentación del Informe, el gerente indicó que en materia de crecimiento, la última información del Dane reconoció que, aunque la cifra de 1,2% semestral revela una demanda interna aún débil, sugiere que la economía ya habría tocado fondo y que para el segundo semestre del año se esperan tasas de crecimiento anuales mayores, entre 1,8% y 2%.

Juana Téllez, jefe de estudios económicos del Bbva, mencionó que “lo que dijo el gerente del Banco está en linea con las previsiones que nosotros tenemos, porque esperamos un crecimiento de 1,5% para todo el año (...) el primer semestre fue de ajuste y este está terminando, la segunda parte del año sería mejor para la mayoría de sectores”.

El Banco no es el único que espera mejores cifras para la segunda mitad del año. De acuerdo con un informe del Ministerio de Hacienda, el tercer y cuarto trimestre de este año podrían tener una variación de 2,4% y 2,8%, respectivamente, para cerrar 2017 en 2%.

El Emisor agregó que algunos datos sugieren que el consumo, que representa dos tercios de la demanda agregada, ha mejorado, lo que es un punto positivo. Además, el crecimiento de Colombia supera el promedio latinoamericano.

Solo Una reducción en las tasas
Otros capítulos a los que se refirió el gerente del Banco de la República fue a las tasas de interés, las cuales están en 5,50% y que en lo corrido de 2017 han tenido una reducción de 200 puntos básicos, ya que se ubicaban en 7,50% en enero.

En este punto, Echavarría comentó que el espacio para hacer disminuciones en la tasa es limitado debido a que la inflación aún se mantiene alta. “Vamos a continuar bajando tasas pero el espacio es limitado, (…) se nos está acabando el margen para bajar la tasa porque nuestra meta de inflación es 3%, no 4%”, afirmó el funcionario.

Carolina Monzón, analista de Itaú, dijo que “aún queda un ajuste de 25% que se presentaría en la junta de agosto y la tasa quedaría en 5,25% (...) con ese nivel, el Banco se mantendría estable en 2017 y volvería a hacer una reducción en 2018 dejando la cifra en 4,5%”

La encuesta de expectativas del Banco de la República para agosto indicó que para la junta de este mes la tasa bajaría 25 puntos básicos y se ubicaría en 5,25%. Para final de este año, los 43 analistas están divididos ya que el promedio sería 5,16%, esto quiere decir que algunos esperan una tasa de 5% y otros 5,25%.

Finalmente, el Banco de la República informó que los últimos datos de inflación detallaron que en julio de 2017 la cifra anual para el consumidor se situó en 3,4%, y el promedio de las cuatro medidas de inflación básica en 4,9%, cifras inferiores a las registradas un mes atrás.

Este comportamiento se explicó, en gran parte, por la rápida desaceleración del precio de los alimentos, luego del pico de julio de 2016, cuando su variación anual llegó a 15,7%.

Además, la inflación se encuentra dentro del rango meta actualmente como resultado de la disolución de los fuertes choques transitorios de oferta. Sin embargo, la contribución de los precios de alimentos al descenso de la inflación podría revertirse durante el segundo semestre de 2017.