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Analistas 01/09/2017

Hoja de ruta para un crecimiento sostenible

Roberto Junguito
Exministro

El Emisor debe seguir como banco central independiente y la inflación debe ser su objetivo primordial

Esta semana se lleva a cabo en Cartagena el Congreso Anual de Confecámaras, en el cual se analizan temas de interés nacional e internacional para los años venideros. Uno de los paneles de discusión tendrá como tópico central la Hoja de Ruta para el Crecimiento Sostenible en Colombia. En lo que hace a la inflación y el manejo monetario, La Hoja de Ruta deberá exigir mantener al Banco de la República como banco central independiente y la defensa del poder adquisitivo de la moneda o control de la inflación deberá continuar siendo el objetivo primordial de la Junta Directiva del Banco; en materia de balanza de pagos la Hoja deberá propender por el fortalecimiento de la apertura comercial y el régimen de cambio flexible, que ha sido fundamental para el país, deberá defenderse. En materia fiscal, la reforma y mayor eficiencia del gasto público deberá concentrar la atención del Congreso y ser la Hoja de Ruta en materia de finanzas públicas.

Con relación a las fuentes de crecimiento hacia el futuro, la Hoja debe centrar la atención en la inversión y particularmente en la infraestructura vial, como la principal estrategia contracíclica para enfrentar la caída de precios del petróleo. Para lograrlo, deben resolverse los problemas que han entrabado el financiamiento, como los sobornos de Odebrecht. También, los temas relacionados con la inseguridad jurídica provocada con las consultas previas. Otra fuente de crecimiento es la consolidación de los denominados dividendos de la paz. Para esto es esencial que la estrategia de reforma rural integral sea amigable y compatible con el desarrollo comercial agroindustrial. Otro de los factores que inhibe la inversión en Colombia es la polarización y la incertidumbre política. Es esencial lograr un consenso político sobre el manejo económico y que La Hoja de Ruta resalte la importancia que la política económica general futura sea coherente con los principios de fortalecimiento institucional, libertad de empresa y economía de mercado.

En términos de las reformas estructurales pendientes, la Hoja de Ruta deberá resaltar las políticas para consolidar la estrategia de inversión en infraestructura vial; propender por una mayor apertura comercial al exterior; por el incremento de los ingresos fiscales y la ejecución de las reformas al gasto público, así como por el mejoramiento de la regulación financiera, el desarrollo del mercado de capitales y el fortalecimiento del sistema judicial. También, favorecer las políticas sectoriales como es el caso de la industria manufacturera, estimulando la investigación y las cadenas de valor. Respecto a las reformas para hacer el crecimiento inclusivo, deberá destacar la urgencia de emprender la reforma al sistema pensional, y la reforma al mercado laboral para formalizar el empleo.

La Hoja de Ruta también deberá tomar en cuenta las grandes lecciones de la historia económica colombiana, entre estas, el efecto devastador que tienen los conflictos internos en la inversión, el crecimiento económico, en la estabilidad macroeconómica y en el bienestar social; la vulnerabilidad del país ante el impacto adverso de las crisis económicas y financieras internacionales y la necesidad de adoptar políticas apropiadas para ajustar la economía ante los choques externos, así como la importancia de fortalecer las instituciones económicas, particularmente dando mayor estabilidad a las reglas del juego.

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