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Analistas 26/10/2023

Infraestructura digital: consolidar o morir

Jorge Fernando Negrete P.
Presidente de Digital Policy & Law

La consolidación del sector de la infraestructura digital, antes telecomunicaciones, es mortal de necesidad y enfrenta retos, que defino como épicos.

5G necesita nueva infraestructura que desplaza a la vieja infraestructura teleco. Me refiero a la Nube, Edge Computing (el cómputo al borde), WiFi-6 y la integración entre la infraestructura móvil y la fija.

La primera respuesta de muchos operadores ha sido vender su división de Nube, torres y de fibra óptica. Otros, por el contrario, han fortalecido su estructura, creando nuevas divisiones o empresas especializadas que, incluso, cotizan en Bolsa. Hablamos de un ecosistema punta a punta o, end to end.

Las funciones de conectividad, nueva arquitectura tecnológica y las tradicionales aplicaciones y equipos TIC, son uno solo en esta etapa de evolución de la tecnología digital y enfrentan nuevos retos. Aquí algunos de ellos:

- Deben consolidar su modelo de infraestructura end to end.

- Deben realizar nuevas inversiones y capitalizar sus empresas.

- Deben enfrentar un entorno regulatorio arcaico, inhibidor de inversiones y que privilegia la vieja regulación en materia de competencia económica frente a nuevos retos como más inversiones para abatir la brecha digital, innovar y ser competitivos.

- En un mundo 5G se necesitan 10 veces más espectro radioeléctrico y los precios exorbitantes, vuelven inaccesible este recurso.

- Enfrentan un entorno geopolítico (Europa, Asia y China) complejo.

- Deben ofrecer mejor calidad de servicio, más ancho de banda, servicios integrados, bajos precios y son obligados a conectar áreas rurales.

- Deben diversificar sus inversiones en mercados globales para obtener economías de escala.

- Deben entrar al mercado de las soluciones tecnológicas, ser innovadoras y competitivas, generando alianzas o comprando empresas.

Conclusión, las empresas de infraestructura digital deben invertir masivas cantidades de recursos financieros, volverse más innovadoras en un entorno de presiones económicas, competitivas y regulatorias extremas. Brasil y Estados Unidos consolidaron sus mercados, en plena pandemia, de cuatro a tres operadores. China tiene tres operadores. México consolidó su mercado de tres a dos operadores móviles y cuatro grandes operadores fijos.

Esta cultura regulatoria, genera competencia artificial y la exportó Europa a América Latina hace varios años. Europa tiene un mercado de casi 100 operadores, con un PIB Telecom parecido al de EUA; y Colombia imitó el modelo con muchos operadores. Negocios sin escala.

José María Álvarez-Pallete, presidente de Telefónica, señaló en 2020: “Telefónica participará en la consolidación del sector”. Y en 2023 insistió: “la fragmentación no tiene sentido, creo en la consolidación”.

Finalmente, este mes Thierry Breton, comisario Europeo de Mercado Interior, afirmó que es imprescindible que Europa “tenga operadores de telecomunicaciones que cuenten con el tamaño y la agilidad para adaptarse a la revolución tecnológica”, pero reconoce que “la fragmentación de mercado impide abordar este proceso”.

La sobrerregulación europea maleducó a una generación de reguladores en América Latina y ahora tenemos regulación exorbitante. Toda fusión es bienvenida, pero las coaliciones son competencia desleal que prorroga la agonía de las empresas y el mercado.

El miedo regulatorio mata la innovación, las inversiones de las empresas y margina a los ciudadanos.

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