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Analistas 12/10/2021

Colombia: espectro radioeléctrico

Jorge Fernando Negrete P.
Presidente de Digital Policy & Law

“El alto costo del espectro radioeléctrico en México se está volviendo en un lastre para el desarrollo del país y para la transición a la nueva generación tecnológica 5G.”

“El espectro en México es muy caro, es oneroso tener que estar aplazando el aprovechamiento de Tecnologías de Información y de Comunicación”: Adolfo Cuevas, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT).

“Si los precios de espectro en México hubieran estado al promedio de América Latina los últimos tres años, habría 15 millones de mexicanos conectados a banda ancha móvil. Y aquellos conectados tendrían 66% más velocidad”: GSMA.

Las primeras afirmaciones las hizo el presidente del IFT durante el foro México 5G, celebrado hace dos semanas. La segunda la realizó hace poco más de año y medio, GSMA. Ambas llamadas de atención son alarmantes y documentan empíricamente una falla mayúscula en la política de inclusión digital.

La consecuencia fue inmediata. Movistar comenzó un proceso de devolución de espectro y desinversión que culminó en una asociación con AT&T y consolidación del mercado de telecomunicaciones. Para colmo, la licitación de espectro IFT-10, hace dos semanas, solo recibió ofertas para tres de los 41 bloques ofrecidos. Áreas rurales y conurbadas desconectadas seguirán así. Además, el gobierno no recibirá el ingreso que esperaba, dejando ocioso el espectro y vacíos sus bolsillos. Un desastre. México acaba de demostrar empíricamente que el precio del espectro determina su uso y que las señales de la industria deben ser escuchadas.

Colombia es el segundo país con el espectro radioeléctrico más caro de América Latina.

GSMA, al igual que en México hace dos años, acaba de lanzar un mensaje claro, documentado y preciso. En un estudio denominado “El impacto de los precios del espectro en Colombia”, revela que “los costos anuales de asignación de espectro en Colombia han sido hasta tres veces más altos que el promedio en América Latina desde 2014 en adelante, y eso ha tenido un impacto en la cobertura y calidad de los servicios móviles”.

Al mismo tiempo, señala que “de acuerdo a la simulación, costos menores de espectro hubieran incrementado la cobertura 4G de 71% a 76% de la población para fines de 2019, alcanzando a 2 millones adicionales de colombianos. Además, de haber contado con precios de espectro en la media regional, los consumidores colombianos podrían contar con velocidades de descarga aproximadamente 40% más rápidas”.

Chile, con la política de precio de espectro más bajo en América Latina, tiene la red 4G más extensa de la región, con más de 92% de cobertura, algo insólito.

Esto le atribuye a la política de precio de espectro el carácter de política digital estratégica para garantizar la inclusión digital.

El espectro radioeléctrico es una parte vital de la infraestructura de telecomunicaciones. Es el activo esencial, la gasolina, la sangre y la vida para liberar servicios de telecomunicaciones, Internet, banda ancha y TIC, insumos que son un derecho fundamental y que son prestados bajo la figura del servicio público.

La infraestructura digital es la base de la transformación de la sociedad. No debe existir espectro caro porque habilita el ejercicio de derechos fundamentales al ciudadano. Más espectro y accesible, más colombianos conectados, preservación de derechos fundamentales. Menos espectro o más caro, conculcación ipso iure de derechos fundamentales.

La política de precios sobre el espectro radioeléctrico será la mejor política de inclusión digital, desarrollo y combate a la pobreza. Esta no es la batalla por el precio del espectro, es la batalla por una sociedad más justa, igualitaria, competitiva y sus derechos digitales.

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