Durante el pasado marzo, la venta de vehículos solo alcanzó 13.361 unidades, lo cual significa una nueva caída (22,6%) si se compara con el mismo mes del año pasado, cuando se vendieron 17.270 unidades. El gran dato no es ese: es que en el acumulado del año (es decir, en el primer trimestre), comparado con el mismo tiempo en el pasado, la venta de vehículos ha caído 13,6%, en términos reales solo se han vendido 40.567 carros en 2024. Si las cosas siguen así, los automóviles modelo 2024, serán los más escasos de la historia reciente. El pasado enero tenía el registro de ventas de carros más pobre de los últimos años, cuando solo se comercializaron 11.594 unidades; julio de 2023 también era recordado por sus escasas 13.091 unidades, pero este marzo ya logró la medalla de bronce. Una de las causas más argumentadas en la poca venta de carros es que el consumidor estaba desistiendo de comprar un carro nuevo, que los usados eran una alternativa más barata, pero ante todo, que los más jóvenes en casi todas las ciudades preferían una motocicleta a un automóvil nuevo. Hipótesis que se desvirtúa porque las motos también tuvieron un decrecimiento en ventas en marzo, con 58.990 vendidas, en el mismo mes del año pasado la cifra fue de 66.068 vehículos de dos ruedas, lo que significa una caída de 10,7%. En lo que va del año, comparando el mismo periodo con el pasado, la cifra es de 182.033 motos vendidas en 2024 y 182.810 en 2023, esto se traduce en una caída de 0,4%, que es la primera vez en muchos meses que sucede esta contracción. La prueba ácida de esta realidad es que no hay tal desbandada de eventuales compradores de carros por las motos, pero sí se empieza a ver una tendencia muy preocupante, que el consumo está completamente caído en bienes duraderos, lo que le abre paso a la segunda hipótesis que tiene que ver con las tasas de interés, pues el grueso de las ventas se hace con créditos bancarios. La inflación ha ido cediendo y lo más probable es que en marzo caiga de 7%; en este momento la variación de precios anualizada alcanza 7,74% y viene cayendo en promedio un punto cada mes; se espera que ya la inflación al tercer mes del año esté en terreno de 6%, lo que quiere decir que en lo corrido del año esté en torno a 2%. Esta situación dibuja el panorama de las tasas de interés: la Junta Directiva del Banco de la República, comenzó su desescalada del costo del dinero, que va en 12,25%, los más críticos de la política monetaria del Emisor lo atacan por la timidez con la que ha bajado las tasas, pues si la inflación de abril o mayo puede estar en torno a 5% ó 6%, no es aceptable que mantenga tasas por encima de dos dígitos, pues como siempre se dice, la tasas suben por ascensor y bajan por escalera. La venta de carros es una muestra de ello, los vehículos no cambian de precios, es la financiación la que puede ser más amigable con los consumidores. El gran problema ahora es político a menos de nueve meses de cambiar a varios miembros de la Junta del Emisor, pues el mismo Ministerio de Hacienda como el Presidente de la República, han emplazado a los codirectores para que no sean inferiores al reto de reactivar el consumo, siendo más agresivos con la rebaja de las tasas y beneficiar a los consumidores y a los comerciantes con la puesta en el mercado de dinero más barato. Ojalá no haya que esperar el cambio de los miembros de la Junta para que de verdad caigan más las tasas.
