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De las manos y el ingenio del chef Jaime Rodríguez nació Celele, un restaurante de comida contemporánea del Caribe colombiano
En el barrio Getsemaní de Cartagena, puntualmente en una casa azul, adornada con ramas, y una ventana de madera, está Celele, un restaurante que guarda en su interior el realismo mágico de la cocina caribeña que lo ha llevado en varias oportunidades a recibir reconocimientos de la lista “The Latin America ‘s 50 Best Restaurants”.
La mente detrás de las obras maestras que llegan al paladar de todos los comensales es el chef Jaime Rodríguez, quien lleva más de 14 años recorriendo el territorio colombiano para investigar sobre la cultura gastronómica y la biodiversidad.
Cada uno de los recorridos del chef son la inspiración de una gastronomía única, que además, le permite trabajar de la mano de productores, pescadores y artesanos, que no solo dejan por todo lo alto los productos y sabores de la gastronomía caribeña, sino que también exaltan lo mejor una región que es poco conocida y que histéricamente ha estado golpeada por la violencia, se trata de Montes de María.
De hecho, durante cada uno de los pasos que incluya su experiencia, podrá conocer a detalle el origen de los platos y la historia que cuenta cada uno de ellos.
Por ejemplo, para comenzar, y muy en línea con el realismo mágico que tiene este lugar, está el limón de oro lactofermentado, relleno de langostinos con emulsión de su coral, el cual era mencionado por Gabriel García Márquez en sus libros. Este plato podrá maridarlo con ‘Mamá África’, un coctel a base de ginebra Beefeater, fat wash de coco, ácido cítrico , perfume licor 43 y amaretto.
Para continuar con las entradas y refrescar el paladar, puede seguir con una ensalada de flores caribeñas, o una pesca de temporada ahumada con especias árabes, habichuelas largas lactofermentadas, hummus de almendra de orejero y calducho de ajonjolí criollo.
Incluso puede seguir con un cangrejo caribeño con un machucado de ají dulce, espuma de yemas cocidas en mantequilla achiotada y perlas de claras, acompañado con arepa tradicional, hecha en hoja de biajao.
En los fuertes puede encontrarse con preparaciones como gallina criolla confitada o conejo estofado.
La ensalada de flores caribeñas viene acompañada con fruta de marañón encurtida, crema de nuez de marañón, nuez de marañón tostada, verdes frescos de ‘Granitos de Paz’ y vinagreta de flor de bastón del emperador con Gulupa.
Sorbete de coco y flor de amor con grosellas fermentadas, masmelo frío de vino con grosellas y pomelo. La presentación, en medio de tonos verdes y blancos, le hace honor a cada unode los sabores y texturas que llegan al paladar.
El estilo vaquero no solo se ve en magnates como Musk y Bezos, sino también en programadores y emprendedores que emigraron a zonas con aires del viejo oeste
