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El beneficio de Santander superó el año pasado los 4.700 millones de euros, de acuerdo con las previsiones del mercado, lo que implicaría duplicar las ganancias del anterior ejercicio.
El mayor grupo bancario español presentará mañana sus resultados anuales, que, en línea con lo que ocurre en el resto del sector, habrían marcado un fuerte incremento con respecto al ejercicio 2012, por la caída de las provisiones para el ladrillo. Santander, según las estimaciones de consenso recopiladas por FactSet, habría ganado 4.722 millones de euros. En el último trimestre, el beneficio rondaría los 1.400 millones.
Su margen de interés, que recoge los ingresos del negocio más estrictamente bancario, rondaría los 30.000 millones de euro, con una caída del 11,8% frente al mismo periodo del año anterior.
De cumplirse estas expectativas, el banco que preside Emilio Botín apenas habría conseguido frenar el descenso de este margen que, hasta septiembre, caía a un ritmo del 13,9%. Santander tenía pendientes por contabilizar en el último trimestre del año las plusvalías de 750 millones de euros obtenidas por la venta de su gestora.
Aunque, hasta ahora, la política seguida por el banco ha sido la de usar los extraordinarios para reforzar balance y no para engordar la cuenta de resultados. Más allá de la situación en España, el mercado estará mañana pendiente de cómo evolucionan las cuentas de Santander en los países emergentes, que en la última semana han estado bajo el foco a raíz de la devaluación del peso argentino y las turbulencias en las divisas del área.
La fuerte presencia en América Latina es lo que ha ayudado a Santander y su rival BBVA a mantener las cuentas durante los trimestres más duros de la crisis de deuda en Europa. Ya al cierre del tercer trimestre, Santander avisó de que el efecto del tipo de cambio entre el dólar y las divisas latinoamericanas y el euro había restado entre cuatro y cinco puntos porcentuales al crecimiento de sus beneficios.
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