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El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
Bolsonaro, que tiene prohibido presentarse a las elecciones de octubre de 2026, parece inclinarse por apoyar finalmente a un miembro de su familia
Las posibilidades de que el brasileño Jair Bolsonaro respalde a Tarcisio de Freitas como candidato en las elecciones presidenciales del próximo año se están desvaneciendo, según sus aliados, lo que supone un duro golpe para los inversores que ven al gobernador de São Paulo como el rival ideal del izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva.
Bolsonaro, que tiene prohibido presentarse a las elecciones de octubre de 2026, parece inclinarse por apoyar finalmente a un miembro de su familia, según cinco personas familiarizadas con la situación, que pidieron el anonimato para no tensar las relaciones con el expresidente de derecha.
Freitas, que fue ministro de Infraestructuras de Bolsonaro, se ha convertido en el favorito de las élites empresariales brasileñas, ansiosas por encontrar una alternativa a Lula, gracias a su enfoque técnico y sus políticas favorables al mercado. Los rumores se han intensificado a medida que ha trabajado para atraer a los inversores y tratar de reforzar el apoyo entre la base de Bolsonaro, aunque él niega que esté considerando presentarse.
Pero Freitas es consciente de que necesita el apoyo de Bolsonaro para plantear un desafío serio a Lula, según personas cercanas tanto al gobernador como al expresidente. Con Bolsonaro centrado en su propio futuro, en un momento en que un juicio por intento de golpe de Estado amenaza con enviarlo a prisión, Freitas parece cada vez más lejos de conseguirlo.
Ni el portavoz de Bolsonaro ni la oficina de Freitas respondieron a las solicitudes de comentarios. Según la ley electoral, Freitas debe dimitir de su cargo actual antes de abril de 2026 para lanzar una campaña presidencial, un plazo que ha generado presión sobre Bolsonaro para que decida pronto a quién piensa apoyar.
Sin embargo, Bolsonaro ha seguido afirmando que se presentará de nuevo a pesar de sus problemas legales y de la prohibición electoral. Dado que la idea de que es un candidato es fundamental para las acusaciones de persecución política de Bolsonaro, es poco probable que la abandone en un futuro próximo, según las fuentes. Las mismas personas reconocen que Bolsonaro es conocido por su imprevisibilidad. Una conclusión rápida del juicio por golpe de Estado, que se espera que tenga lugar a finales de este año, podría volver a cambiar el panorama político, según una de ellas.
La decisión del presidente Donald Trump de entrar en la contienda también ha alterado los cálculos de Bolsonaro. Los aranceles sobre los productos brasileños y las sanciones estadounidenses contra el juez a cargo del caso de intento de golpe han aumentado la confianza del expresidente en que logrará eludir la cárcel y revocar la inhabilitación, según sus aliados.
También han puesto a la familia Bolsonaro en el punto de mira, al tiempo que han colocado a Freitas en una posición incómoda entre los partidarios del líder conservador y las empresas de São Paulo, que serán las más afectadas por los aranceles.
Uno de los hijos de Bolsonaro, el legislador Eduardo Bolsonaro, se ausentó del Congreso brasileño en marzo para trasladarse a Estados Unidos y ha celebrado los aranceles y las sanciones como resultado de sus esfuerzos para presionar a la administración Trump. Ha expresado su interés en postularse a la presidencia si su padre no puede hacerlo y ha criticado a Freitas por entablar conversaciones con funcionarios estadounidenses sobre los aranceles.
“No estoy de acuerdo con su enfoque, pero la vida sigue”, dijo Eduardo Bolsonaro en una respuesta por escrito a preguntas esta semana.
Otro de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro, ha desempeñado un papel destacado en la defensa de su padre, apareciendo en mítines y argumentando en frecuentes entrevistas televisivas que el tribunal está librando una guerra contra la derecha brasileña. Por su parte, la ex primera dama Michelle Bolsonaro tiene profundos vínculos con las comunidades evangélicas de Brasil y ha trabajado para ampliar su alcance político de cara al ciclo electoral de 2026.
“Parece que Bolsonaro se inclina por elegir a uno de sus hijos”, afirmó Silvio Cascione, analista senior del Eurasia Group. “El clima de radicalización, con la implicación de Estados Unidos, le hace más reacio a pasar el testigo, aunque Tarcisio sigue siendo una opción”.
Freitas fue criticado por destacadas figuras de la derecha después de someterse a una pequeña intervención médica en lugar de asistir a las manifestaciones a favor de Bolsonaro el domingo. En un intento por mostrar su apoyo, Freitas visitó el jueves a Bolsonaro, que se encuentra actualmente bajo arresto domiciliario, en Brasilia.
Se cree que Freitas es un ganador casi seguro de un segundo mandato como gobernador de São Paulo, lo que podría empujarlo hacia la candidatura a la reelección, en la que insiste públicamente que está centrado. Eso también atrae cada vez más a Bolsonaro, que considera preferible mantener a un aliado al frente del estado más grande y rico de Brasil, según una persona cercana a la familia.
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