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Los funcionarios del banco central confirmaron que su medida pandémica de US$2,1 billones se reducirá según lo planeado en marzo
El Banco Central Europeo amplió las compras regulares de bonos durante medio año para suavizar la eliminación gradual de su programa de compra de deuda de emergencia y renovó esta última herramienta para combatir las turbulencias futuras del mercado, alejando su estímulo de situaciones de crisis.
Los funcionarios en Frankfurt confirmaron que su medida pandémica de US$2,1 billones, conocida como Pepp, se reducirá según lo planeado en marzo. Para amortiguar ese freno en las compras de emergencia, impulsaron temporalmente su herramienta convencional de compra de bonos.
El llamado Programa de Compra de Activos se duplicará hasta los 40.000 millones de euros mensuales, a partir del segundo trimestre. Los responsables políticos se reducirán luego a 30.000 millones de euros en el siguiente período de tres meses, antes de volver al ritmo actual de 20.000 millones de euros en octubre.
Los funcionarios del BCE también cambiaron las reglas de reinversión en torno al Pepp, lo que facilita el despliegue de apoyo en caso de nerviosismo en el mercado. También pueden reactivarlo si es necesario para combatir el tipo de crisis cuyo estallido en la zona euro el año pasado los obligó a crear la herramienta en primer lugar.
"En caso de una nueva fragmentación del mercado relacionada con la pandemia, las reinversiones de Pepp se pueden ajustar de manera flexible a lo largo del tiempo, las clases de activos y las jurisdicciones en cualquier momento", dijo el BCE en un comunicado . "Las compras netas en el marco del Pepp también podrían reanudarse, si fuera necesario, para contrarrestar los choques negativos relacionados con la pandemia".
Los bonos italianos lideraron las caídas en la región, elevando el rendimiento a 10 años ocho puntos básicos al 1% y ampliando la prima sobre los bonos en cuatro puntos básicos hasta 131.
Los rendimientos alemanes también subieron liderados por el largo, donde los tipos a 30 años subieron por encima 0% por primera vez desde noviembre. Los mercados monetarios mantuvieron sus apuestas sobre una primera subida de tipos de 10 puntos básicos a finales del próximo año.
La decisión es un reconocimiento de que los escenarios de políticas de emergencia deben llegar a su fin ante la inflación más rápida de la zona del euro desde que se creó la moneda única y a medida que la producción económica se acerca a los niveles previos a la crisis.
Pero la medida también tiene en cuenta la mayor incertidumbre provocada por el resurgimiento de la pandemia, que ya está afectando la recuperación del continente y ha detenido el crecimiento económico en Alemania.
El anuncio del BCE sigue a la decisión del miércoles de la Reserva Federal de Estados Unidos de duplicar el ritmo al que reduce su propio estímulo mientras lidia con el mayor aumento de los precios al consumidor en tres décadas. El Banco de Inglaterra fue aún más proactivo el jueves, convirtiéndose inesperadamente en el primer banco central del Grupo de los Siete en subir las tasas de interés desde que golpeó la pandemia.
A diferencia de la Fed, el BCE no ha abandonado hasta ahora su insistencia en que las elevadas ganancias de precios son transitorias, impulsadas por los atascos de suministro y los crecientes costos de la energía que se desvanecerán en 2022. Respaldando esa opinión, IHS Markit dijo que la inflación alemana " podría haber alcanzado su punto máximo ". ya que su último indicador de actividad mostró que la mayor economía de Europa se estancó en diciembre.
"El progreso en la recuperación económica y hacia su meta de inflación a mediano plazo permite una reducción paso a paso en el ritmo de sus compras de activos durante los próximos trimestres", dijo el BCE. "Pero aún se necesita una acomodación monetaria para que la inflación se estabilice en el objetivo de inflación del 2% a mediano plazo".
La presidenta Christine Lagarde dará más detalles sobre las decisiones del BCE en una conferencia de prensa a las 2:30 pm en Frankfurt. Las nuevas proyecciones macroeconómicas con las que estará armada mostrarán un crecimiento de los precios al consumidor por debajo del objetivo del 2% del banco central en 2023 y 2024, según personas familiarizadas con el tema.
Eso deja la perspectiva de un aumento en los costos de endeudamiento todavía un poco lejos, con la tasa de depósito de referencia que se mantiene en -0.5%.
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