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Cadenas con un patrimonio negativo.
De las cerca de 36 cadenas de comida más grandes en el país, cuatro acabaron 2024 con su patrimonio en rojo. El top 10 facturó $2,7 billones y crecieron en ventas
Es común ver que en las plazoletas de comida algunos locales atraen más comensales que otros y, para una cadena de comida, ser elegida por el cliente es solo el resultado final de un trabajo dividido en varios frentes: calidad, ubicación y capital humano superior.
Recientemente, Don Jediondo Sopitas y Parrilla sucumbió a la batalla feroz de la restauración que, como en otros renglones de la economía, se caracteriza por una montaña de marcas apretujadas que deben ganarse su espacio o terminan por perderse entre el tumulto.
De acuerdo con los datos compartidos por la Superintendencia de Sociedades, en Colombia operan cerca de 36 cadenas de comida y tras ver el final de Don Jediondo, vale preguntarse ¿Qué tan fuertes están ahora? Lo cierto es que cuatro de ellas , con corte a 2024, tenían un patrimonio negativo.
Un gigante como KFC cerró el año pasado con una cifra roja de $11.538 millones y jugadores nacionales como Buffalo Wings, Carbón 100 y Mis Carnes Parrilla, terminaron, en su orden, con patrimonios de -$12.365 millones, -$1.636 millones y -$1.047 millones.
Sin embargo, en el caso de KFC y Mis Carnes Parrilla, al cierre del año pasado, los ingresos totalizaron $613.845 millones y $96.705 millones, respectivamente, y ambas aumentaron la facturación a doble dígito: 24% y 14,4%, señal de que el tráfico de clientes se mantiene fuerte.

Shirley Rabelly, gerente de Buffalo Wings, cadena que actualmente está en proceso de reorganización, indicó que en el indicador denominado ventas mismas tiendas, VMT, alcanzaron $63.113 millones y tuvieron un crecimiento anual de 4,1%.
“Este resultado estuvo impulsado por palancas clave como la Copa América y la Eurocopa, el relanzamiento de la marca en abril con la campaña WingGennial y una recuperación gradual del consumo en el segundo semestre del año”, comentó la líder ejecutiva acerca de cómo se dieron estos cifras.
Y agregó que “adicionalmente, logramos una mejora en el costo de venta en 2pp y en el Ebitda en 2,5pp, lo que demuestra que la compañía no solo creció en sus tiendas comparables, sino que también lo hizo con mayor rentabilidad”.
Teniendo en cuenta que sus acreedores le dieron el voto de confianza al aceptar el plan de pago bajo la ley de insolvencia, la gerente entregó un parte sobre el proceso: “avanza de manera positiva y con resultados concretos”.
“Durante 2024 cumplimos con los pagos establecidos en el acuerdo de reorganización aprobado por la Superintendencia de Sociedades, lo que refleja nuestra compromiso con proveedores, acreedores e instituciones financieras. Esto ha sido posible gracias a un plan estratégico enfocado en rentabilidad, eficiencia y crecimiento sostenible. Más allá de las cifras, lo más relevante es que hemos logrado salvaguardar el empleo de nuestros 370 colaboradores”, añadió.
Una vez que algún competidor sale de la carrera, las necropsias para determinar las causas del deceso no se hacen esperar, pues en el sector de la restauración, hay una tabla de mandamientos que no se puede ignorar o, muy posiblemente, el castigo sea una salida prematura del mercado.
Pilar Amorocho, gerente de Sandwich Qbano, comentó que la estandarización de los procesos, de los productos y de las recetas es una de las tareas críticas que puede determinar la supervivencia.
“No importa en qué lugar del mundo esté la marca, es importante que los productos siempre sean iguales y hay que mantener la calidad. Por supuesto, es muy importante la gestión del talento, de los inventarios, de los riesgos y de la contabilidad”, expuso los aspectos relevantes.
Coincidió en que “la ubicación hace parte de las decisiones más clave en el negocio. Eso quiere decir que si tienes un punto que está escondido, tendrás bajas y ventas y baja utilidad. Aquí hay un punto a tener en cuenta: los arriendos en Colombia están siendo muy elevados, entonces hay que buscar ese equilibrio porque, si bien la localización es determinante, tampoco se puede ir uno a incurrir en costos muy elevados que luego no se pueden sostener”.
Hay 10 cadenas en la cúspide del sector, en línea con el tamaño de sus ingresos y, en 2024, su facturación conjunta fue de $2,7 billones, con un crecimiento anual promedio de 9,3%.
El podio lo ocupan Frisby, con ventas totales de $969.932 millones; y le siguen Crepes & Waffles (795.308.571) y McDonald’s ($716.579 millones).
En la parte media del escalafón están Andrés Carne de Res ($220.933 millones), WOK ($185.095 millones), DLK ($162.551 millones) y Grupo Takami ($157.498 millones).
El ranking lo complementan Kokoriko ($136.967 millones), Zona K ($95.666 millones) y La Brasa Roja ($89.444 millones).

Estos son los jugadores más pesados, pero en la lista de las más de 30 cadenas mapeadas hay marcas posicionadas como Pizza Hut, Presto, Burger King, Qbano y Chef Burger.
A juicio de la gerente de Buffalo Wings, “la competencia en el sector es intensa y cada año aparecen más jugadores, lo que consideramos parte natural de la dinámica del mercado. Para nosotros, el reto está en mantenernos la vanguardia”.
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