MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Ángela Hurtado, managing director y senior country de JP Morgan
La managing director y senior country officer de JP Morgan, explicó que, por el aumento de inflación, ajuste no debería pasar ese nivel
En diciembre se anunciará la conformación de la mesa de concertación para el ajuste del salario mínimo de 2026. Según Anif, si el incremento es desmedido frente a la inflación, dejaría un sobrecosto fiscal de $240.000 millones por cada punto porcentual de ajuste.
Ángela Hurtado, managing director y senior country officer de JP Morgan, se unió a la conversación y contó detalles por los que el aumento del mínimo, en su opinión, no debería subir mucho más de la inflación, además de dar un análisis sobre la ley de financiamiento y política fiscal.
La subida del salario del próximo año tiene que ser 5,2% o la inflación efectiva a diciembre anualizada, más la productividad, no debería ser muy por encima de esta cifra.
Creo que con la aceleración que estamos viendo de la inflación, lo más adecuado sería no subir por encima de inflación, pero reconociendo que eso, desde el punto de vista de negociación, es muchísimo más complejo. Deberíamos estar hablando de un incremento del salario mínimo no mayor a 6%.

Estábamos previendo que la inflación anualizada de octubre iba a ser más elevada, por un efecto base de la del año pasado, que había sido negativa. Hay una aceleración importante particularmente en la que excluye alimentos y regulados.
Nosotros pensamos que la inflación va a terminar más o menos en 5,20% para final de este año, subimos un poco la proyección.
Pero probablemente uno de los principales factores que está acelerando la inflación es el consumo de los hogares, esto es una mezcla del boom que están teniendo las remesas y la política fiscal.
En general la cantidad de recursos que tienen los hogares para gastar esté por encima del promedio y si no va acompañada de un crecimiento de la inversión o en elementos duraderos su efecto puede ser negativo.
Lo más importante es garantizar que el incremento del salario mínimo se haga de acuerdo con la inflación, más la productividad. Creo que cualquier incremento por encima de esto va a generar un empeoramiento en la tendencia y además va a limitar cada vez más la capacidad del Banco de la República de bajar las tasas de interés.
Creo que a todo el país le conviene que el banco central pueda bajar las tasas, pero en la medida en que no podamos tener una inflación controlada, vamos a estarle quitando la posibilidad al Emisor de bajar esta cifra.
El segundo elemento es hacer una política fiscal muchísimo más ajustada con la realidad actual de Colombia.
El objetivo de las subidas potenciales de la tasa de interés, lo que buscan es restringir el consumo y controlar las expectativas de inflación futura. En la medida en que la gente consume, debería costarle más porque se tiene que endeudar a unas tasas más elevadas.
Eso pasa tanto para los hogares como para las empresas. Ahora, la realidad es que si el consumo esta alimentado por ingresos de costo plazo (subsidios y remesas), pues esas subidas de tasa de interés, podrían generar un efecto donde no limita demasiado el consumo de los hogares pero si genera efectos negativos en la financiación de la inversión para el sector productivo.
Creo que el tema fiscal sigue siendo muy complejo. Yo separaría el déficit fiscal en dos elementos. Uno, lo que se llama el déficit primario y otro, el pago de intereses. Cuando tenemos una diferencia muy grande entre ingresos y egresos, el déficit primario se incrementa.
En este momento, el déficit primario está cercano a 3%, es un nivel extremadamente elevado, primero cuando suponemos que los países que están buscando una consolidación fiscal deberían tener excedentes, digamos superávits primarios, no déficit primario.
Por otro lado, tenemos unos intereses que han sido uno de los elementos más ruidosos en los últimos años, porque estamos teniendo un pago de intereses cercano a 5%.
A pesar de que logremos tener unos ingresos de corto plazo creo que, en este caso, no luce que vaya a ser diferente. Seguimos manteniendo unas cargas excesivas en los mismos contribuyentes, unas sobre dimensionadas en las empresas, estamos desincentivando la formalización y no estamos llegando a los sectores que no están contribuyendo tributariamente al crecimiento local.
Esperamos un crecimiento para 2025 de 2,4%. Para 2026 tenemos una estimación cercana a 2,8%. Creo que lo importante es que esos porcentajes de aumento son todavía demasiado bajos para lo que el país necesita. Estamos en una encrucijada, la capacidad de Colombia para crecer y generar inflación ya está al límite.
En octubre, la producción real de la industria manufacturera registró un crecimiento de 1,9% frente al mismo mes del año pasado, mientras que las ventas reales aumentaron 2,4%
Con esto se inició la fase de discusión legislativa del proyecto de ley de competencias, la cual, en caso de ser aprobada en 2026, entraría en vigencia en 2027
Medida hace parte del paquete de 20 medidas impulsadas por el Ministerio de Minas y Energía en pro del abastecimiento de gas