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Analistas 18/01/2023

El peso de la infraestructura

Santiago Castro Gómez
Expresidente de Asobancaria

Las imágenes fueron desgarradoras. Parecía que toda la montaña se estuviera derritiendo, llevándose un kilómetro de la banca de la Vía Panamericana a la altura de Rosas, Cauca. Capas enteras de tierra se deslizaban por el desfiladero. Por fortuna, no hubo un solo muerto, como bien lo señaló el presidente Petro, pero para desgracia del país, esta calamidad no le sirvió al Gobierno para recapacitar sobre su enfoque en infraestructura de carreteras, lo que tendrá serias consecuencias en nuestra competitividad y crecimiento.

Lo primero que tendría que haber pasado tras la calamidad, después de socorrer y refugiar a la comunidad afectada, era echar a andar de nuevo el proyecto 4G de la doble calzada Popayán-Pasto. Esto, junto a las obras en curso en Cali-Popayán, y a las obras ya terminadas entre Pasto y Rumichaca, le asegurarían al suroccidente un corredor ininterrumpido, moderno y eficiente, y al país una conexión con los mercados de Ecuador, con frontera viva y dinámica, así como uno de nuestros principales socios comerciales.

Pero no…parece que no va a ocurrir. Lo que se ha comunicado es que se hará una variante a la altura de Rosas y que estará a cargo del Invias. Es decir, una solución parcial, y con esquema de obra pública. Lo que hay que anotar también es que en el tema carreteras, a la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) la están marchitando de manera paulatina y deliberada. Seguramente por las razones de Gustavo Petro, ideológicas y erradas, por cierto, de que las concesiones solo sirven para que los dueños del capital importen sus mercancías para matar la producción nacional. Que yo sepa, la única novedad en nuevos proyectos de la ANI es la aprobación de la iniciativa privada APP para la ampliación del terminal del Aeropuerto de Cartagena.

Ahora bien, el esquema de obra pública del Invias no es el instrumento adecuado para obras de gran tamaño y/o complejidad, que requieren financiación anticipada a los ingresos, asumir riesgos, y un juicioso mantenimiento. Quienes transitamos por la malla vial del Valle padecimos su deterioro cuando se terminó la concesión antigua y somos testigos de su recuperación nuevamente concesionada. Con todos sus tropiezos pero con mayores triunfos, la ANI es de lejos la entidad de mayor nivel técnico para asumir este tipo de retos, que comienzan no por el lado de obra sino por el lado de estructuración financiera.

Al final, la infraestructura es una apuesta por el crecimiento, pero también por la conectividad, que es un bien social. El derrumbe en Rosas nos pone de presente que nada haríamos con hacer grandes inversiones en vías secundarias y terciarias, cuando se topan con la imposibilidad de llevar los productos del campo a sus mercados. O peor aún, cuando las medicinas y otros elementos esenciales no llegan a comunidades que quedan aisladas y en extrema vulnerabilidad. La capilaridad en las comunicaciones terrestres dependerá de troncales bien ejecutadas y adaptadas a los riesgos del cambio climático. Es a esto a lo que le tiene que apostar el Presidente, empezando por una región como el suroccidente y por un proyecto como la doble calzada Popayán-Pasto que le asegura prosperidad a dos departamentos que le votaron mayoritariamente.

P.D. La negativa del Fiscal Francisco Barbosa a suspender las ordenes de captura a 16 integrantes de estructuras criminales, se suma ya a varias decisiones de jueces referentes a la excarcelación de personas ya capturadas y procesadas. Habla muy bien de la independencia de los poderes en Colombia y una señal al gobierno de que su política de “Paz Total” no puede convertirse en una patente de corso a la impunidad.

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