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Analistas 07/02/2024

Ruptura institucional

Maritza Aristizábal Quintero
Editora Estado y Sociedad Noticias RCN

Sino fuera tan peligroso, sería un perfecto mal chiste. El Presidente, que cada vez se entiende menos en el mundo más allá de las redes sociales, contestó a una cuenta falsa y con un mensaje con el que prácticamente plantea un golpe de Estado y llama a la confrontación civil. Como si la situación no fuera tan preocupante y risible, traduce el mensaje a cuatro idiomas distintos. Esta es la cara más oscura de los presidentes que ahora se dedican a gobernar por Twitter.

Petro, que está flanqueado de escándalos que involucran a su hijo, a su hermano, a su campaña y a sus funcionarios, explotó. Lo atribuye todo a una conspiración en su contra. Y acá cabe la pregunta, ¿es inmerecida la suspensión al Canciller? ¿Es inmerecida la acusación a Nicolás Petro? ¿Son injustos los señalamientos a Laura Sarabia? ¿Es arbitraria la investigación a las cuentas de campaña? Porque muchos terminan por decir que escándalos iguales o peores se han visto en otros gobiernos y que en cambio la reacción de las autoridades, la justicia y los órganos de control en este caso sí es excesiva. Entonces, les cambio la pregunta, ¿el gobierno Petro ha sido más escrutado que los anteriores y las polémicas que lo rodean son más fastuosos titulares de prensa y regodeo de la oposición?, ¿o realmente estamos frente a una serie de escándalos nunca visto que afectan la figura presidencial? Puede ser un poco de ambas cosas, pero nada explica el ánimo paranoico del presidente quien en vez de ponerse como cabeza de la institucionalidad trina para desestabilizar. Petro debe entender que él fue elegido presidente de todos los colombianos, que estar allí significa un examen permanente de los ciudadanos y que la respuesta a su promesa de cambio no puede ser poner el espejo retrovisor para victimizarse.

El Presidente que es tan rápido, por no decir que ligero, para resolver problemas en redes sociales, se quedó corto en gestión y ejecución ¡El problema no está por fuera, está adentro, señor Presidente y usted lo sabe! Es un secreto a voces los regaños al gabinete por la falta de ejecución. También hace daño el tono destemplado de los ministros cuando hablan a sus anchas y le reclaman al Congreso o a los gremios. Ese discurso lesivo que ha menoscabado la confianza y revierte el orden, es el verdadero atentado contra su gobierno.

Los colombianos se están cansando de que quien debe representar la unidad nacional, sea el que más incite a la polarización. El Presidente llama a la masa a las calles para tratar de calmar su más grande temor: se está quedando solo. El Petro que ganó convocando a amplios sectores de la izquierda, el centro y la centro izquierda se está convirtiendo en un personaje atrincherado en el más minúsculo radicalismo.

Y de ninguna manera intentamos ignorar la otra cara de la moneda con esas desmesuradas declaraciones del Fiscal. En su ególatra pulso con el Presidente, Barbosa ha opacado la voz institucional de la Fiscalía para que solo sea escuchada su estridente voz política. Sin embargo, eso tampoco puede desembocar en esta incesante presión a la Corte Suprema para que elija una fiscal. Caer en los avatares de la opinión para apaciguar las críticas de un sector, sí podría significar una ruptura institucional.

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