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Analistas 13/10/2021

El riesgo de publicaciones depredadoras

Luis Antonio Orozco
Ph.D., Analista
Analista LR

En el proceso de validación y certificación del conocimiento como científico emergen casas editoriales como Elsevier, que desde el siglo XVII dominan la industria de la publicación científica. El modelo de negocio de las corporaciones editoriales es la de generar un contenido que se vende por suscripción, esto es, los lectores y los bibliotecarios pagan por tener acceso a las publicaciones periódicas basando su decisión en la calidad de los contenidos.

Una biblioteca puede determinar si una revista científica es valiosa porque es altamente consultada, y pagar para mantener su acceso. El modelo de negocio también es el de vender la suscripción a bases de datos como el Web of Science (WOS) para que las bibliotecas evalúen las revistas y editoriales que suscribe.

En América Latina las universidades asumieron el costo de la publicación científica y cada facultad y departamento académico buscó tener su propia revista.

En 2001 la declaración de Budapest sobre el acceso abierto se pronunció contra el monopolio de casas editoriales, indicando que la ciencia debe circular libremente. Entonces el modelo de negocio giró a cobrar al autor unos cargos por procesar los artículos (APC en inglés).

Buscando solucionar el problema del acceso a publicaciones académicas emergió un peligro mucho mayor: las editoriales y revistas depredadoras. Indica Jeffrey Beall, quien acuñó el término, que en el modelo de acceso abierto empezaron a proliferar correos electrónicos aduladores que invitan a publicar y hacer parte de comités editoriales. Beall creó una lista que inició en 2008 con 18 editoriales y terminó en 2016 con casi 1.000, esto es más de 25% de las revistas de acceso abierto a nivel global.

El modelo de negocio de las depredadoras es el engaño a la ciencia. Publica de forma rápida (menos de un mes), tienen información falsa sobre comités editoriales e índices a los que pertenecen y presentan muchos artículos y números en un año. Estos portales reciben el pago y en cuestión de días ponen en línea el documento.

Buscan a toda costa crear citaciones con el fin de que los sistemas de indexación como WOS o SCOPUS las ingresen en sus listas. Entonces, viene el riesgo mayor. Muchas revistas depredadoras han logrado ingresar a los listados y abrirle la oportunidad para que las personas puedan aumentar los indicadores con los que entran a los procesos de medición de MinCiencias.

Ya sabemos que existen procesos por peculado y concierto para delinquir por armar carteles que publican sistemáticamente en medios depredadores para subir salarios en las universidades oficiales. No basta con que MinCiencias filtre de los CvLACs la producción en revistas indexadas.

Hay que evaluar con detenimiento revistas y editoriales como MDPI, que por el volumen de documentos en línea, generan citaciones por autores incautos.

Las universidades deben crear férreas políticas para avalar la información que presentan a MinCiencias, quien a su vez debe crear un sistema que excluya la publicación depredadora de sus mediciones. De lo contrario, en la medición de 2021 tendremos categorizaciones ilegítimas y un riesgo reputacional.

Debemos como sociedad cerrarle las puertas al fraudulento negocio de las depredadoras generando políticas de métricas responsables y fuertes sistemas de indexación de revistas y exclusión de editoriales (como la Editorial Académica Española) para tener un universo controlado de lo que puede darnos la fiducia de un conocimiento científico real.

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