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Analistas 31/03/2023

Infraestructura y buen gobierno

José Joaquín Ortiz García
Presidente de Joyco

Para cualquier empresa del sector de infraestructura, lograr un crecimiento sostenible y rentable a largo plazo es una necesidad imperante. Una manera efectiva de abordar estos desafíos es a través de la implementación de un buen gobierno corporativo.

La mayoría de las firmas de este sector surgen a partir de la iniciativa de un ingeniero emprendedor. Algunos de ellos se enfocan en la construcción de obras, mientras que otros se especializan en labores de consultoría o en servicios anexos a la ingeniería.

Durante los primeros años de la empresa, las funciones de dirección y administración son llevadas a cabo por el fundador y su pequeño equipo de colaboradores cercanos. Conforme la empresa crece se presentan nuevas complejidades en el negocio. El administrador, que a su vez es el dueño y director, se ve cada vez más absorbido por las labores cotidianas, dejando poco tiempo para la reflexión y planificación del futuro de la organización.

En el mundo empresarial, existe una habilidad conocida como ambidestreza, que implica la capacidad de manejar eficientemente tanto las tareas cotidianas como las decisiones estratégicas del futuro de la compañía. Es como si se tuviera una mano en el presente y otra en el futuro, permitiendo a la empresa ser exitosa tanto en el corto como en el largo plazo.

¿Cómo se puede aplicar esta habilidad? La respuesta radica en el gobierno corporativo, que comprende el conjunto de prácticas, políticas y protocolos que definen las relaciones entre los accionistas, la junta directiva, la alta dirección y otros actores clave de la organización. Como primer paso, mi recomendación es crear un consejo asesor compuesto por profesionales expertos y con experiencia en las necesidades específicas de la compañía.

Esto proporciona varias ventajas significativas. En primer lugar, tener un calendario de reuniones periódicas entre el administrador y el consejo permite establecer un ritmo y una dinámica para la organización. En segundo lugar, la necesidad de prepararse para estas reuniones fomenta la producción de informes de gestión más rigurosos y detallados que serán objeto de debate con el consejo asesor, lo que puede mejorar la toma de decisiones y la dirección estratégica de la empresa.

Alcanzado cierto nivel de madurez, este consejo asesor puede convertirse con el tiempo en la junta directiva de la firma.

En algunos casos, la implementación del gobierno corporativo en una empresa de infraestructura conlleva a que el propietario abandone su rol como administrador y pueda asumir uno más estratégico que le permita planificar el largo plazo de la organización. Esto implica contar con un gerente externo que se enfoque en las tareas diarias y en la gestión a corto plazo.

Sin embargo, tomar esta decisión puede ser difícil y pueden surgir diversos obstáculos que solo pueden superarse si se cuenta con un elemento clave: el deseo genuino de implementar un buen gobierno corporativo.

Cuando existe este deseo, el gerente dueño impulsa sus fuerzas y energía para lograr que todos los colaboradores se preparen para trabajar con el gerente externo. Asimismo, el gerente externo se dispone adecuadamente para tomar las riendas de la empresa con éxito, mientras que el gerente saliente, es decir, el dueño, también se proyecta para dejar de tener un rol protagónico en la operación de la firma.

Esto permitirá que la empresa funcione de manera eficiente y sin depender exclusivamente del gerente dueño, lo que a su vez generará mayor confianza entre los inversores, empleados, clientes y otros grupos de interés.

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