.
Analistas 22/09/2020

Pagar el siniestro

Guillermo Trujillo Estrada
Analista cafetero
Guillermo Trujillo

Para fortuna de los productores del campo, en el siniestro nacional que ha vivido Colombia durante los últimos seis meses, ha sido el subsector que viene creciendo y que no se ha visto afectado. Por ejemplo, el sector cafetero va ha registrar uno de los mejores años en producción y precio. Otros sectores han sido víctimas del mayor siniestro generalizado de nuestra historia económica.

Los siniestros son hechos accidentales, súbitos, imprevistos, que producen daños que se deben reparar hasta restablecer el estado de los activos, a la condición en que se encontraban en el momento inmediatamente anterior al hecho dañoso. Inclusive, las compañías de seguros pagan el lucro cesante que se sufre durante la interrupción de un negocio, como consecuencia del daño.

Crear una empresa significa mucho más que accionistas; implica tener la idea, estudiarla y diseñar el proyecto, convencer socios que crean en el negocio, conseguir créditos bancarios, diseñar los productos, definir la tecnología, comprar la maquinaria, construir instalaciones, contratar el personal y capacitarlo, seleccionar y adquirir la mejor materia prima, conseguir las licencias y permisos, sacar el producto al mercado, crear la red de distribución, lograr convencer al consumidor para que lo adquiera, afrontar la guerra con la competencia, y prepararse para afrontar mil dificultades.

Por todas las razones enumeradas considero que antes que proponer planes de reactivación de la economía -como si estuviéramos en un ciclo económico- lo que correspondería al estado colombiano es resarcir el daño a todas y cada una de las empresas, indemnizándolas para que puedan restablecer su capacidad productiva al nivel en el que se encontraban el 29 de febrero de 2020.

Esta solución puede ser mucho más efectiva y rápida que crear empresas; pretender traer inversión extranjera, así como aspirar a que con obras públicas salgamos de la crisis, mientras empresarios exitosos por décadas, ahora agonizan por cuenta de una decisión gubernamental, adoptada para afrontar la pandemia.

Tenemos la ventaja de contar con la empresa, el empresario, y el producto. Con la indemnización pueden reiniciar, como en el caso de los siniestros que administran las aseguradoras, cuando un ajustador determina lo que se necesita para resarcir el daño y la compañía procede a pagar.

Finalmente, las empresas -desde el comercio más pequeño hasta la más grande empresa compañía de aviación; la mediana de manufactura y el centro de diversión-, fueron víctimas de una decisión del Gobierno que obligó a paralizar su negocio.

Como resultado de la debilidad del sistema de salud -responsabilidad del Estado, limitado para afrontar a los potenciales enfermos-, que en marzo eran mínimos, pero que por prevención nos llevaron a esta situación. Más grave aún, pasados seis meses, Luis Guillermo Plata a duras penas ha conseguido una parte de las UCI que se consideran mínimas para afrontar la crisis hospitalaria.

Ahora, liberados parcialmente para desarrollar actividades, el Gobierno debería indemnizar urgentemente, para que las empresas puedan arrancar y, poder pagar más adelante las deudas. De lo contrario el sector financiero podría afrontar una crisis que puede ser más perjudicial que la pandemia.

Conozca los beneficios exclusivos para
nuestros suscriptores

ACCEDA YA SUSCRÍBASE YA

MÁS DE ANALISTAS

ÚLTIMO ANÁLISIS 03/12/2025

El comercio no empobrece

El comercio no es una guerra silenciosa entre compradores y vendedores. Es un intercambio voluntario en el que ambas partes ganan, siempre

ÚLTIMO ANÁLISIS 02/12/2025

Rufus: el futuro de las compras

Estas plataformas introducen sus propios asistentes de compras, en algunos casos mediante alianzas, como la de Walmart con OpenAI, que complementa su asistente Sparky, o la de Amazon, que desarrolla su propio asistente de compras, llamado Rufus

ÚLTIMO ANÁLISIS 04/12/2025

Ni petrificados ni abelotardados

Son los “pequeños gigantes”, a quienes llamo así con respeto y cariño, y en contraste con aquellos que los califican de residuales, enanitos o de blanquitos riquitos, los protagonistas llamados a salvar la democracia