Colombia mañana

En el verdadero mercadeo siempre se ha dicho que el futuro no lo puede predecir nadie, pero sí se puede comenzar a construir con lo que se hace y la forma como se desarrollan las diversas actividades, pero sin asegurar que los resultados siempre serán como se espera, porque el mañana depende del comportamiento de los seres humanos, (que son el mercado), y son muchas las variables incontrolables que ejercen influencia.
Mañana se comienza a construir un futuro para el país, con el desarrollo de la jornada que concluye el proceso de marketing electoral más triste de cuantos ha habido desde que se tiene historia de esta actividad de la democracia. Colombia elige entre dos candidatos:

Uno, que ha demostrado que todo vale para él y sus seguidores, sin importar nada ni nadie ni cómo ni cuándo. Con un pasado oscuro y de muy pocos logros para la sociedad, lo que hace pensar que el futuro sería traumático, por decir lo menos. “Desde el desayuno se sabe cómo será la comida”, reza la sabiduría popular. Si en la campaña han hecho y deshecho, cabe pensar qué no haría y harían en el poder, quienes se han contradicho en múltiples oportunidades y han prometido lo que no es posible que se dé en ningún país, como bien lo han demostrado quienes han gobernado y aún están en el poder en las naciones donde han seguido el modelo que él pregona y promete.

Y otro que, aunque tildado de desabrochado, presenta credenciales claras de acciones y logros para beneficio de todos. Que además es conocedor de lo que debe ser un servidor público, que hace sentir tranquilidad cuando se mira hacia el futuro porque ha dado claras señales de cómo se deben hacer las cosas para que lo que ha de venir sea para mejorar el nivel de vida. Esto es lo que el marketing, en todas las expresiones, pretende para los mercados, sin diferencias.

Ambos candidatos han propuesto un cambio que todos aceptamos que es necesario en muchos aspectos. Pero ese cambio, que siempre será una constante, debe buscarse con bases reales que permitan avanzar, mejorando cada vez más el nivel de vida de toda la sociedad, en un marco de libertad. Todo esto es lo que garantizan los verdaderos sistemas democráticos, los que han demostrado ser infinitamente superiores a los sistemas socialistas de izquierda o comunistas.

Hasta cierto punto es comprensible que muchos jóvenes apoyen los cambios propuestos por el candidato que nunca ha comentado qué y cómo vivía, ni qué hacía y cómo lo hacía hace más de 25 años, pues esos jóvenes no habían nacido todavía. Entonces, ni lo vivieron ni lo saben y son utilizados como idiotas útiles. Además, no han tenido la oportunidad de estudiarlo porque el sistema educativo no lo permite. Sistema que es uno de los cambios urgentes que se requieren. La comunicación, en todas sus formas, ha sido es y será la herramienta que el mercadeo utiliza para atraer, formar y mantener los mercados. Es imposible no comunicar con lo que se dice y hace. Para ello se trabaja con la estimulación sensorial. Los mensajes con frases populistas han sido comunes en el marketing electoral, y, a decir verdad, efectivos. El marketing de contenidos no ha sido el más común en esta actividad mercadológica. Tampoco ha sido el más utilizado. Por ello también se entiende que parte del mercado se sienta más atraído por lo emocional que por lo racional.

Ojalá mañana el país demuestre que piensa y actúa para elegir bien, porque lo que está en juego es el futuro auténticamente democrático de Colombia.