Noticia de un secuestro

Cada semana sale una nueva encuesta sobre los posibles candidatos para las elecciones presidenciales de 2026 -en redes sociales ya se habla de más de 70 aspirantes- de todos los colores y vertientes. Lo más sorprendente, es que todavía existe casi un 40% de colombianos que respalda la gestión de este nefasto Gobierno. Será por ideología o síndrome de Estocolmo.

A pesar de que muchos hablan de unión y esperanza, la verdad es que el país está dividido y las encuestas son el reflejo de la polarización y el odio que destila Petro. En ese contexto, los electores terminarán votando por el menos malo y no por quien consideren es la mejor opción para sacar al país adelante. Lo interesante es que los tres personajes más opcionados hoy, generan voto de rechazo.

La izquierda, a pesar de su pobre gestión, va a enfocar su estrategia en destruir a la oposición. Continuarán incendiando el país con su narrativa de lucha de clases y su discurso anti- todo (Trump, Israel, Uribe, empresarios, minería y petróleo, oligarquía), para tratar de perpetuarse en el poder. Los más recalcitrantes mantienen su esperanza en Iván Cepeda, el líder de la Bacrim contra Uribe. Para su sorpresa, les apareció un espécimen de su misma calaña, quien amenaza con usurpar su causa. Se trata de Daniel Quintero, quien no solo ha logrado enamorar a Petro -vaya a saber uno cómo-, y sería el ungido de los criminales. Muchos piensan que, con Quintero, la “Impunidad Total” está asegurada. Qué miedo.

La derecha se la va a tomar Abelardo De la Espriella, quien entró al cuadrilátero pegando duro. Ha trapeado con varios periodistas, peinó a una de sus principales oponentes, sin proponérselo, y además logró convencer a Enrique Gómez de ser su Jefe de Debate. Al Centro Democrático lo tiene en jaque, y eso que la partida aún no comienza. A pesar de sus excentricidades, dice todo lo que los votantes de derecha queremos escuchar. Su discurso autobautizado ‘extremismo coherente’, -una mezcla entre Bukele y Milei- ha puesto a muchos a soñar que es posible acabar con los criminales. Sus opositores cuestionan su éxito profesional. Su futuro depende “del que diga Uribe”, quien no esconde su afinidad por el ‘Buklei’ costeño. Su talón de Aquiles es que, de ganar en primera vuelta, uniría a la izquierda y al centro a votar en su contra. La derecha debe ser muy estratégica en su selección. Uno es tener pasión y otra apostar por el caballo ganador.

Y eso me lleva al candidato más maquiavélico. El ‘Camaleón’ Barreras, quien terminará secuestrando el centro y posicionándose como la mejor opción. Al igual que su alter ego, convertirá la traición en un refinado arte. Como Judas, venderá a Petro, a Santos y quien toque, para ganar. Emulará a Vargas Lleras, presentándose como un burócrata curtido, dispuesto a lidiar con los violentos, con cintura política para maniobrar el apetito clientelista en el Congreso y las regiones, y capaz de sacar adelante las grandes reformas que tanto exige el país. Su principal riesgo, es terminar con el pecado y sin el género.

Brotará dinero por montones; explotará la violencia en todo el territorio nacional; y las mentiras, el fraude y la desinformación serán el arma del Gobierno para tratar de enlodar el proceso electoral. Al final veremos si una vez más los narcos y los corruptos definen la elección, o si los colombianos decentes seremos capaces de liberar a Colombia de este cautiverio.