Tenemos el peor balance entre vida y trabajo

¿Vivimos para trabajar o trabajamos para vivir? Esa es la cuestión que un estudio publicado por la Ocde busca zanjar para evidenciar la importancia del equilibrio entre la vida personal y el trabajo. Y Colombia ha salido muy mal librada al tener un índice de 0,9%, seguido por México con 1,1% y Chile con 5%; en pocas palabras, los colombianos somos los campeones mundiales en vivir trabajando.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es el club de las buenas prácticas que busca que los países miembros compartan las cosas que les funcionan y el equilibrio que alcanzan las personas entre el trabajo y la vida personal es una de esas. Colombia tiene el peor promedio de los 20 países estudiados entre las 35 economías pertenecientes a la Ocde; los países con un índice cero son equivalentes a una suerte de esclavitud moderna, es decir, solo trabajan sin vida personal alguna, en cambio los de las unidades más altas han alcanzado el equilibro recomendable. Los Países Bajos (9,5%), Italia (9,4%) y Dinamarca (9%) ocupan los primeros lugares. El informe reza que “la capacidad de combinar con éxito el trabajo, los compromisos familiares y la vida personal es importante para el bienestar de todos los miembros de una familia”, además plantea que es una tarea en la que los gobiernos pueden ayudar por medio de la implementación de nuevas prácticas laborales, como el teletrabajo o el trabajo por horas.

Estudios similares (IoT, Kisi) sobre las ciudades que tienen un mejor equilibrio entre la vida laboral y personal de sus habitantes arrojan casi los mismos listados y los factores que determinan el atraso o el progreso en calidad de vida laboral. La intensidad del trabajo, el apoyo institucional, la legislación y la habitabilidad, son variables contempladas por este tipo de investigaciones. Entre las ciudades, Helsinki registra un equilibrio de 100%, le siguen Munich y Oslo con 98,3% y 95,2% de puntuación cada una. Las ciudades con el peor índice en el ranking son Kuala Lumpur y Tokio con 1% y 23,8%, respectivamente.

La cultura laboral de los países y las ciudades tiene que ver con esos resultados; aún es calificado como buen trabajo pasar muchas horas o llegar muy temprano sin medir la competitividad o los resultados. Otros países y en otras ciudades no hay necesidad de estar 48 horas a la semana para dar buenos resultados laborales. La productividad es fundamental en el momento de pensar en horarios, remuneraciones o calidad de vida. Debe haber en las empresas un derecho a la desconexión laboral, la posibilidad de llegar a acuerdos tácitos de que existe una vida personal que se debe respetar. Aumentar la productividad y la calidad de vida de los trabajadores es una asignatura pendiente en Colombia.

Si en algo coinciden los listados y rankings internacionales es que para Colombia es una necesidad adoptar una flexibilización laboral acorde a los nuevos tiempos para garantizar mejores condiciones que solo se traducen en un aumento de la productividad. Pero hay que hacer estudios sociales y científicos en todos los sectores económicos, de tal manera que cualquier cambio de cultura sea sensibilizada y no impuesta. Es muy poco el tiempo que se destina a actividades como el ocio y el cuidado personal; de hecho, en Colombia casi 27% de los empleados trabaja muchas horas, 16% más que el promedio que tienen los países de la Ocde, 11%.