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Tasa de crecimiento anual en volumen del PIB
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Es oficial: la economía registró el año pasado uno de los crecimientos más pobres en su historia reciente (0,6%), al tiempo que las expectativas para este 2024 siguen a la baja
Todo salió peor de lo esperado: la economía colombiana creció solo 0,6% durante 2023, un dato mucho menor a 7,3% registrado en 2022. Las expectativas eran que al cerrar el diciembre pasado, es decir el cuarto trimestre, la economía siguiera la tendencia de mejora, pero no sucedió así. Si bien se evitó el fantasma de una recesión, luego de que se prendieran las alarmas en noviembre, por una caída de 0,6% (dato revisado a la baja desde 0,3%), el crecimiento estuvo por debajo de las expectativas del mercado que esperaba un incremento anual de 1,05%.
No hay que buscar mucho para encontrar el verdadero lugar económico, fue durante los meses de julio, agosto y septiembre cuando todo sucumbió, y la economía se contrajo 0,3% frente al mismo periodo de 2022, lo que dejó al país al borde de la recesión, es decir, dos trimestres en rojo. El Departamento Administrativo Nacional de Estadística, Dane, hizo su trabajo técnico y revisó a la baja todas las cifras que entregó trimestralmente el año pasado.
En los dos primeros trimestres de 2023 bajó de 3% a 2,9% y de 0,4% a 0,1% en el segundo trimestre. El hallazgo más dramático fue la lectura del PIB del tercer trimestre, que se redujo desde -0,3% hasta -0,6%. El fantasma de la recesión se evaporó, pero la economía sí estuvo por debajo de las expectativas que tenían los diferentes analistas, que iban de 0,9% a 1,2%.
El mismo Banco de la República esperaba un crecimiento de 1% y el Fondo Monetario Internacional de 1,4%. Si se observa por sectores, la construcción, las industrias manufactureras y el comercio, fueron las tres ramas que tuvieron mayores caídas en el año y jalonaron a la baja el PIB. En contraste, las actividades financieras, artísticas, defensa y la administración pública, fueron los pilares para que la economía no cayera más y se entrara en una franca recesión.
Una de las razones de la caída de las industrias manufactureras fueron las malas ventas de automóviles, dadas las altas tasas de interés y el aumento de los precios de la gasolina. El Producto Interno Bruto en cifras corrientes llegó en 2023 a $1.572 billones, creció frente a las cifras de 2022 cuando sumó $1.468 billones y a los $1.192 billones de 2021.
Se avanza, pero siempre por debajo de las capacidades que tiene el país y muy inferior para satisfacer las necesidades de inversión pública, pago de impuestos y generación de empleos formales. Colombia debe volver a tasas de crecimiento anual superiores a 3% para poder mantener el empleo formal más allá de 50% de la población económicamente activa y para que los impuestos superen una tributación de unos $250 billones, un monto por debajo de un presupuesto general que ya supera los $500 billones.
Lo peor de toda esta catástrofe económica es que hay rumores no infundados de una eventual reforma tributaria que busque reducir un déficit fiscal anunciado de 5,3%. Hoy más que nunca, el palo no está para hacer cucharas como dicta el adagio popular, el producto interno está técnicamente parado, y como siempre sucede, puede darse la situación de que el Dane revise a la baja el bajo crecimiento del PIB en 2023 (0,6%) y tardíamente la economía se entere, por allá en 30 días, de que entre noviembre y enero del año pasado, se estuvo en una recesión muy silenciosa. Es urgente que el Gobierno Nacional ponga en marcha un plan contracíclico para parar el rumbo nacional.
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