La muerte de Chávez cubre con un manto de incertidumbre las relaciones binacionales, pero más afecta a su pueblo
El legado político de Hugo Chávez Frías (1954-2013) solo es cuestionable cuando se está en la otra orilla ideológica. Pero sus herencias en el campo económico y social sí se pueden evaluar si miramos los resultados bajo la frialdad de las cifras, puras y duras. Cuando el fallecido mandatario venezolano empezó a gobernar al país vecino, por allá en febrero de 1999, el crecimiento económico era negativo en un 7%; hoy esa cifra alcanza un 4% y su PIB ha alcanzado los US$380.000 millones, cuando antes solo superaba los US$180.000 millones. Obviamente, la dependencia del modelo económico de la extracción de petróleo hizo que Venezuela viva en una ‘enfermedad holandesa’ crónica, en donde la industria es prácticamente inexistente.
El llamado ‘impuesto de los pobres’, la inflación, siempre ha sido el dolor de cabeza de los venezolanos, quienes se acuestan con unos precios y se levantan con otros. En 1999 la cifra rondaba 20% y hoy el Índice de Precios al Consumidor llega a la temible cifra récord en la región y una de las más altas del mundo, de 27%. El desempleo lo manejó bien la ‘Era Chávez’, pasó del 18% al 8%, y hay meses en donde ese porcentaje alcanza el pleno empleo. Y si miramos los datos sociales como el analfabetismo, vemos que pasó de un total de pobladores alfabetos del 91% al 97%. El número de camas de hospital por cada mil es de 1,5, y de médicos -también por cada mil venezolanos- es de 1,5. Cuando Chávez empezó a gobernar, ambas cifras de la salud solo eran de 0,5.
Durante una conferencia del Nobel Joseph Stiglist, realizada en Bogotá a mediados de 2009, el economista estadounidense dijo una palabras que cobran valor por estos días de herencias: “si fuera rico viviría en Colombia, pero si fuera pobre en Venezuela”. Las cifras de pobreza mejoraron mucho con el chavismo: pasaron de un 67% de venezolanos en el umbral de la pobreza al 27%, en menos de tres lustros. Y en materia del Coeficiente Gini -medida de concentración del ingreso entre los individuos, donde 0 indica que todos los individuos tienen los mismos ingresos y 1 que solo un individuo tiene todo el ingreso- Venezuela registra un 0,48 y Suecia 0,20, mientras que Colombia un 0,54.
Tras la muerte de Chávez, todas sus políticas de asistencialismo social y sus ideas revolucionarias irán a la sepultura con él, al no haber un sucesor de sus quilates. El gran temor por ahora es quién llegará no solo a manejar las armas que compró, sino también las empresas que expropió, el sistema financiero que intervino, más de 210.000 millones de barriles de petróleo en reservas probadas, 2.300.000 barriles de petróleo de producción diaria, tres millones de funcionarios públicos y un ejército acostumbrado a ser el poder detrás del trono.
