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La Macheleria, El proyecto ha tomado tanta fuerza que, actualmente, cuenta con su propio ganado, de raza Cebú y con menos de 5 años de edad
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Su sede actual cuenta con cortes emblema como el T-bone, el Tomahawk y el Cowboy que, en este caso, son madurados en seco por varias semanas, y una amplia carta de licores para el maridaje
¿Dónde comerse un buen corte de carne en Bogotá? Con el propósito de convertirse en la respuesta a esa pregunta, La Machelería abrió sus puerta en 2021. Detrás de la idea estuvieron Raúl López y Dayhana Jiménez, dos emprendedores que hicieron de las carnes maduradas el fuerte del restaurante.
El proyecto ha tomado tanta fuerza que, actualmente, cuenta con su propio ganado, de raza Cebú y con menos de 5 años de edad, que es criado en los Llanos Orientales y La Dorada, además de su una planta de maduración de carne.
“Rescatamos la riqueza del producto colombiano con todo 100% local y con compromiso ambiental. Convertimos nuestros producto en uno premium”, destaca Jiménez.
Destacan en su menú cortes como el T-bone, el Tomahawk y el Cowboy, que son madurados en seco, o madurados al vacío como el New York, el Ribeye y la Punta de Anca.
Ahora, la apuesta es duplicar el servicio y el buen nombre que se han ganado hasta el momento con una nueva sede en la Zona G.
“Vamos a iniciar operación en un mes. Es un nuevo punto con 170 puestos, y una de las cosas nuevas es que tendremos una parrilla al carbón para destacar la carne. Habrá un mayor trabajo con leña, con ahumados”, añade.
Adicionalmente, la nueva sede incluirá una cava de vinos con referencias internacionales, que ayudará a potenciar la experiencia de los comensales que, ahora, tendrán más opciones para maridar sus platos.
El foco de ‘steak house’ también es fuerte en las opciones de entradas, en las que aparece, por ejemplo, el tuétano parrillado al que se le incluye maíz tierno y tocineta, acompañado de pan baguette.
Empanadas, chinchulines, morcilla y hasta una cazuela de chorizo, hacen parte de las opciones con las que buscan conquistar a los comensales que, en unas semanas, podrán encontrar en dos puntos de la capital.
Además de los vinos, también podrá elegir entre más de 15 cervezas y cocteles tradicionales como margaritas, mojitos y gintonic.
Un ribeye ahumado para los comensales ‘carnívoros’
El ribeye, que viene de la parte delantera de la chata, se ha convertido en uno de los más pedidos del restaurante. Se trata de un corte tierno que no tiene hueso y cuenta con un proceso de maduración que resalta su sabor.
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Con la chata, el lomo fino y su hueso entero, de allí el nombre que recibe, este corte es catalogado como el plato “estrella” de la casa. Está madurado en seco, con la técnica europea que tiene una duración de hasta 25 días.
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