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El despliegue de la automatización, el incremento del trabajo remoto y el auge del e-commerce, entre los pronósticos de Mckinsey
En el más reciente informe realizado por la consultora McKinsey & Company sobre el futuro del trabajo en el mundo después del covid-19 y a 2030, se identificaron tres macro tendencias laborales claves que van a liderar las transformaciones durante la década: el trabajo remoto permanente, la automatización de la producción y, como ya se venía anunciando, la digitalización definitiva del comercio o el e-commerce.
De acuerdo con el reporte, la pandemia aceleró estas tres macro tendencias, con hasta un 25% más de trabajadores de lo que se había estimado en el pasado y potencialmente necesitado cambiar de ocupación. La digitalización del mundo amplió las opciones laborales, pero implicó una reorganización de los sistemas de producción y del capital humano.
Como se mencionó antes, la primera macro tendencia es la permanencia definitiva, en mayores o menores proporciones según la actividad económica, del trabajo remoto. En el informe se estudiaron 8.000 oficios que podrían desarrollarse de esta manera sin afectar la productividad, y se evidenció que dentro de esos, entre 20% y 25% de la fuerza laboral de las economías avanzadas trabajarán bajo esta modalidad al menos tres de los cinco días de la semana, de forma permanente, por la próxima década.
Y es que el estudio mostró que, por ejemplo, en Reino Unido, 26% de los trabajadores de los negocios financieros y servicios estadísticos usarán el trabajo remoto como herramienta entre tres y cinco días a la semana, mientras que 22% de los servicios de psicología, psiquiatría y consultorías en ingeniería podrían trabajar de esta forma entre uno y dos días a la semana.
En Estados Unidos el trabajo remoto para estos oficios está representado entre 17% y 22%, mientras que en India, los trabajadores que laborarán desde sus casas solo llegan a 5% en servicios financieros y a 15% en psicología e ingeniería.
El informe señala que esta situación, que es positiva para las compañías por la reducción de costos asociados a la producción, representa un retroceso en las condiciones laborales de los empleados tanto en los países de economías avanzadas como en los países en desarrollo, ya que la virtualización de la fuerza productiva impactará negativamente en otros rubros de la economía como el ocio, el turismo y el bienestar, debido a que es posible que se pierda la barrera del tiempo laboral.
De acuerdo con Iván Jaramillo, director del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, el salto a las tecnologías de la información supone la redefinición del sistema de cualificaciones y habilidades para el trabajo, en concordancia con la redefinición de la soberanía de los tiempos de disponibilidad que deben ser actualizados para que exista un equilibrio familiar y laboral determinante en la productividad de la fuerza laboral durante la década.
La segunda tendencia es el incremento del e-commerce y la desaparición paulatina del comercio físico. En 2020, la participación del comercio electrónico en el sector minorista creció de dos a cinco veces la tasa registrada antes de la pandemia. Este posicionamiento de las ventas digitales se dio por el auge en el consumo de aplicaciones destinadas a domicilios y a las compras online de artículos de primera necesidad en medio del confinamiento.
Reino Unido, Estados Unidos y China fueron los países que reportaron mayor crecimiento en compradores digitales, ahí el crecimiento fue de 5,7%, 4,8% y 4,6% respectivamente, lo que representó 24% de las ventas digitales totales del mundo durante el año pasado.
Con base en estos resultados, la tendencia en esta materia para la década incluye reacomodaciones o nuevas plazas de trabajo en los sectores de telemedicina, banca digital y entretenimiento vía streaming.
Juan Pablo Granada, presidente de Customer Index Value, afirma que la migración de los puestos laborales es directamente proporcional a los cambios en los hábitos de consumo de la sociedad y cómo estos se ajustan a las nuevas dinámicas del mercado, transformando los roles productivos en la cadena.
La migración mundial hacia la automatización de las industrias
La tercera de las tendencias apunta a una automatización de las cadenas productivas y la inmersión de la inteligencia artificial dentro del mercado. De acuerdo con el estudio, dos tercios de las organizaciones mundiales aumentaron la inversión en automatización e inteligencia artificial de manera significativa durante 2020.
De ahí que las cifras de producción de robótica en China superaran los niveles prepandémicos. Esto, según los expertos, significará una migración de capital humano hacia otras áreas de desempeño, una nueva formación académica y, en consecuencia, una ola de despidos masivos producto de otras necesidades
Los precios del oro subieron a máximos históricos de US$2.685,42 por onza la semana pasada y se encaminaban a su mejor trimestre desde 2020
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