MI SELECCIÓN DE NOTICIAS
Noticias personalizadas, de acuerdo a sus temas de interés
Agregue a sus temas de interés
La nueva planta, se levantará con una inversión de US$30 millones y podrá reciclar hasta 30.000 toneladas anuales de neumáticos mineros
A 5 kilómetros de Mejillones, frente al mar, se ubicará la primera planta de reciclaje de neumáticos del mundo de la francesa Michelin y la empresa sueca Enviro.
La nueva planta, que se llamará Bahía Verde, se levantará con una inversión de US$30 millones y podrá reciclar hasta 30.000 toneladas anuales de neumáticos mineros, los más grandes del mercado (entre 45 y 63 pulgadas).
El centro de reciclaje, que utilizará energía limpia para su funcionamiento, se comenzará a construir el próximo año, luego de que el Ministerio de Bienes Nacionales entregara el terreno de 20,4 hectáreas.
El joint venture entre Michelin y Enviro permitirá la fabricación de nuevos productos de caucho y acero, además de cumplir con la nueva legislación que exige al 2030 reciclar 90% de todos los neumáticos, excepto los de bicicleta y sólidos, y 100% de los neumáticos de vehículos mineros para llantas de al menos 45 pulgadas.
Los trabajos comenzarán en las próximas semanas, y la producción está programada para comenzar en 2023.
De acuerdo con el plan entregado a las autoridades locales, los neumáticos de desecho se recolectarán directamente de las instalaciones mineras para ser llevados a Mejillones.
La tecnología de Enviro permitirá recuperar practicamente todo lo que hay en un neumático, dando origen a nuevas llantas, cintas transportadoras y productos antivibratorios para la minería. Solo 10% no se reutilizará directamente, pero servirá para generar energía en la planta.
Actualmente, Michelin se encuentra en conversaciones con varios productores mineros chilenos para firmar contratos a largo plazo.
El mandatario argentino parece querer una tregua con el Presidente de Brasil al manifestar sus intenciones por discutir sus diferencias en persona
La ONU ha declarado que casi 25 millones de personas, la mitad de la población de Sudán, necesitan ayuda y unos 8 millones han huido de sus hogares.
El impacto económico del cambio climático no se conoce del todo y los economistas no suelen ponerse de acuerdo sobre su alcance
