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Presidentes de Perú en los últimos 15 años
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Continúa la crisis política en Perú, marcada por conflictos entre el Ejecutivo y el Congreso, protestas sociales y una creciente desconfianza de las personas en la política
La historia política reciente de Perú parece escrita en capítulos cada vez más breves. La destitución de Dina Boluarte por parte del Congreso y la posterior juramentación de José Jerí como nuevo Presidente de ese país marcan un nuevo hito en el ciclo de inestabilidad que ha caracterizado a la nación andina en la última década y media. Con este cambio, Perú suma siete presidentes desde 2011, consolidando un récord regional de volatilidad institucional y reflejando una democracia atrapada en una crisis crónica que no logra superar.
La salida de Boluarte, acusada de “incapacidad moral” en medio de denuncias por abuso de poder y el manejo autoritario de las protestas sociales, no es un hecho aislado. La llegada de José Jerí, hasta ahora presidente del Parlamento, intenta abrir un nuevo capítulo en medio de la incertidumbre.
Desde la conclusión del segundo mandato de Alan García en 2011, Perú ha sido escenario de un inusual y preocupante carrusel de mandatarios. Ollanta Humala (2011-2016) completó su periodo, pero su gobierno quedó marcado por acusaciones de corrupción que aún hoy lo persiguen judicialmente. Lo sucedió Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), quien dimitió tras el escándalo del caso Odebrecht. Luego llegó Martín Vizcarra (2018-2020), destituido por el Congreso en medio de acusaciones similares, pese a contar con amplio respaldo popular.
Manuel Merino, entonces presidente del Congreso, asumió el poder por apenas cinco días ante el estallido de masivas protestas que forzaron su renuncia. En su lugar fue designado Francisco Sagasti (2020-2021), quien lideró un gobierno de transición hasta las elecciones que llevaron a la presidencia a Pedro Castillo (2021-2022). Este último también fue destituido tras intentar disolver el Parlamento y decretar un gobierno de excepción. Dina Boluarte (2022-2025), su vicepresidenta, asumió entonces la presidencia, pero enfrentó desde el inicio un mandato marcado por la represión de las protestas, acusaciones de violaciones a los derechos humanos y una baja popularidad que terminó sellando su salida.
“Tenemos un escenario donde hay un gobierno sin un respaldo popular importante, lo que lo lleva a tener baja legitimidad democrática, concretando aún más la inestabilidad”.
En este contexto, la asunción de José Jerí no representa solo un cambio de nombre en el Palacio de Gobierno. Es también el reflejo de una profunda crisis del sistema político peruano. La inestabilidad política ha tenido también consecuencias directas en la economía y en la posición internacional del país. Además, el constante cambio de liderazgo ha dificultado la implementación de políticas públicas sostenidas en áreas clave como salud, educación e infraestructura.
Sobre los retos del nuevo mandato, Theodore Kahn, director de análisis de riesgo global en Control Risks, afirmó que “para el gobierno de Jerí, el tema más importante es la seguridad”. Igualmente en su mandato de seis meses no hay mucho que hacer, pero tiene que evitar nuevos incidentes y devolver algo de estabilidad al país, añadió Kahn.
Sin embargo, analistas advierten que, sin cambios profundos en la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo, el ciclo de presidentes efímeros podría repetirse. Mientras tanto, Perú sigue sumido en un laberinto institucional que parece no tener salida cercana. Con siete presidentes en apenas catorce años, el país enfrenta el reto de romper con la lógica de la inestabilidad permanente y dar paso, por fin, a un periodo que le permita encarar sus urgencias sociales, económicas y democráticas.
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