Los protocolos de bioseguridad son la llave para abrir las puertas al trabajo

La abuelita ante la adversidad decía: “Todo pasa y esto también pasará”, es así como la emergencia sanitaria decretada el pasado 12 de marzo y el aislamiento preventivo obligatorio empiezan a ceder ante la necesidad de reactivar progresivamente las empresas y sus labores; sin embargo, las evidencias muestran que la propagación del virus que causa el covid -19 continúa, a pesar de los esfuerzos del Estado y la sociedad.

Para lo que será la nueva normalidad empresarial, por medio de la Resolución 000666 del 24 de abril, se adoptó el protocolo general de bioseguridad que tiene como propósito mitigar, controlar y realizar el adecuado manejo de la pandemia, documento que será la llave para abrir las puertas al trabajo y prevenir con su aplicación el contagio, partiendo de una premisa fundamental, esa llave se deberá ajustar a cada cerradura, cada empresa es única y para tener su protocolo se deberá evaluar caso a caso, teniendo en cuenta su propio contexto.

Los autores de los protocolos, serán los héroes en el camino a la reactivación empresarial, su mayor reto será adoptarlos con una planificación que permita identificar los niveles de riesgo en los ambientes de los lugares de trabajo y determinar las medidas de control que se deben implementar, llevarlos a un registro efectivo ante las autoridades locales y hacerlos parte del día a día de las labores.

La sugerencia para los dueños de la llave, es actuar como los niños en la etapa de exploración y aprendizaje: hacer preguntas, y como padres responsables: elaborar las respuestas para determinar, entre otros, si es posible mantener el trabajo en casa, cómo será el desplazamiento a los lugares de trabajo y el desarrollo de actividades en ellos.

Será necesario, identificar factores de riesgo individual, quién es el trabajador o contratista, el potencial cliente y en todos, su entorno. En los lugares de trabajo se deberá clasificar la exposición de los trabajadores, determinar obras y adecuaciones para aislarlos de los riesgos relacionados con el trabajo y adoptar las medidas básicas de prevención, que son hoy la única solución ante el contagio: lavado frecuente de manos, distanciamiento social y uso de tapabocas.

Es fundamental hacer cambios en la política o procedimientos de trabajo, planes de limpieza y desinfección, comunicación, capacitaciones e instrucciones a distancia o por medios distintos al presencial y promover una cultura de autocuidado. Los elementos de protección personal (EPP) son una nueva herramienta de trabajo, deberán ajustarse para prevenir y usarse de manera consistente y apropiada cuando sea requerido.

El hub de conocimiento de la Universidad Eafit, consciente de ello, entendiendo las realidades y para apoyar en estos momentos a los empresarios, en los que los retos se hacen más grandes y el mundo nos exige recuperarnos con rapidez para seguir construyendo un futuro de progreso y esperanza, pone a disposición de las empresas un espacio para que encuentren soluciones en la elaboración de las llaves que se ajustarán a las nuevas cerraduras, que se espera puedan solventar la situación de mayor trascendencia actual para volver a las operaciones diarias en lo que se constituye la nueva normalidad empresarial.