Gasificar carbón, una de las diferentes alternativas en la producción de energía

Ante la volatilidad de los mercados y los altos precios en la importación de combustibles por el precio del dólar, la gasificación de carbón surge como una alternativa en el país para la producción de energía, como lo comentó el gestor de la propuesta Gustavo Rodríguez, consultor en desarrollo económico y planeación estratégica.

“El proceso de gasificación es un desarrollo tecnológico e innovador que el país requiere como complemento del gas natural, cuya producción tiende a declinar. Por eso, la gasificación del carbón otorga un valor agregado al mineral, que en Colombia tiene un alto poder calorífico”, dijo el consultor Rodríguez, quien además es director ejecutivo de Asotúnel.

Por medio del valor agregado que tiene el carbón “se pueden desarrollar procesos de síntesis, aplicando lo que se llama la poligeneración, que quiere decir que a través de estos sistemas en el proceso de gasificación, se puede generar electricidad”, afirmó Rodríguez.

Y es que según el experto, el país tiene un gran potencial en la producción de carbón. De acuerdo con las cifras establecidas, Colombia es el cuarto productor de carbón en el mundo y sus indicadores siguen aumentando.

En 2014, la producción de carbón subió 3,6%, es decir se registraron 88,5 millones de toneladas, gracias a la extracción de las principales minas del país, ubicadas en regiones como Córdoba, Guajira, Santanderes, Cesar, Cauca, Cundinamarca, y otras más.

La meta a comienzos de este año por parte de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) fue de 10,5%, basada en las proyecciones de las principales empresas del sector, destacando la participación de Cesar y La Guajira, que producirían 54,3 y 36,6 millones de toneladas.

Sin embargo, luego del primer semestre las expectativas y realidades no son las mismas, ya que la producción bajó 3,5%, por problemas como la restricción en la operación nocturna del tren que transporta carbón hacia diferentes puertos, por eso el resultado de enero a junio son 45,6 millones de toneladas.

Para Rodríguez, esa caída en la producción no afectaría la propuesta de gasificación, ya que obedece a temas de infraestructura y logística. 

Según él, lo que se debe empezar a pensar es “en la implementación de diferentes plantas que cumplan con estos procesos, para que se puedan desarrollar nuevos métodos de generación de energía, como la efectuada por medio de la gasificación del carbón”.

El experto agregó que “una planta que cumpla con las condiciones para gasificar carbón puede estar por el orden de US$150 millones o US$250 millones en promedio, claro está, hay que hacer cálculos más precisos para conocer los valores estimados”.

Países como China, Japón y Canadá ya gozan de este tipo de alternativa en la producción de energía, que entre sus múltiples ventajas maneja una favorabilidad con el medio ambiente. 

En Colombia, la simplicidades serían muchas, entre ellas la disminución en costos de importaciones en materia energética; el manejo de un gas nacional, proveniente de las reservas de carbón; sacar provecho del carbón nacional que tiene potencial calorífico; y por último, se podría entrar en un mercado exportador, especialmente a países asiáticos que demandan combustibles.

Finalmente, Rodríguez aseguró que la propuesta incluye el trabajo de compañías del sector como Ecopetrol, entidades estatales, el Ministerio de Minas y Energía, la academia y otros más interesados. 

Transporte y huelgas, reducen la producción
La bonanza del año pasado en la producción de carbón hizo que las expectativas para este año aumentaran, por eso se esperaba a comienzos de año por parte de la Upme un crecimiento de 10,5%. Sin embargo, el fenómeno ha sido diferente, ya que por las restricciones en la operación nocturna del tren que transporta el carbón entre puertos y por algunas protestas, la producción ha disminuido cerca de 3,5% en comparación con el año pasado.

Las opiniones

Gustavo Rodríguez Arteaga
Consultor en desarrollo económico
“Es un proyecto de alta ingeniería carbo-química y contenido social, por las facilidades al medio ambiente”.