“No tuvimos un incremento importante en los trabajadores formales en las cajas”

El Congreso de Asocajas comienza hoy jueves y las cajas de compensación más grandes del país van a discutir el futuro de uno de los rubros más importantes para los trabajadores.

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Adriana María Guillén, presidente ejecutiva de Asocajas, resaltó las ayudas que han dado en vivienda, tras el final del programa Mi Casa Ya y cómo ha venido creciendo el número de independientes que se afilian a las cajas de compensación.

Tras la aprobación de la reforma laboral, ¿han visto un crecimiento en los afiliados?

Efectivamente ese porcentaje de desempleo disminuyó. Pero nosotros, que le tomamos el pulso a la formalidad, no hemos visto un incremento representativo en el número de personas o de trabajadores formales que llegan a las cajas de compensación.

Han incrementado los aportes, pero porque ha habido un incremento importante en el salario mínimo, pero en el número de personas que han llegado a nosotros, no. No hay un incremento sustancial e importante.

¿Y con los independientes?

Sí hemos tenido un incremento, por lo menos para nosotros llamativo, y es un incremento en el número de independientes que, sin haber una obligación legal para que se hagan aportes, se están acercando a las cajas de compensación y empiezan a aportar voluntariamente al sistema.

Eso nos ha llamado mucho la atención, porque significa que algo están haciendo bien desde el sistema de compensación, para que las personas independientes han decidido hacer aportes. Por ejemplo, les llama la atención poder tener acceso a un subsidio de vivienda o afiliarse a un programa de salud.

¿Cuánto han crecido los afiliados independientes?

Entonces, desde ese punto de vista, esos independientes han crecido, más o menos, en 20%. Las cajas ahora están haciendo todos sus esfuerzos para generar servicios y productos que sean llamativos para estas personas. Esto es muy importante porque ayuda a formalizar.

Recordemos que el informal no es que no trabaje, sino que no está cubierto por el sistema pensional. Y, en ese mundo de la informalidad, hay 13 millones de personas. Estamos muy interesados en ese fenómeno de que estas personas, trabajadores por cuenta propia, quieran ingresar al mundo de la compensación familiar.

¿Cuántos afiliados tienen hoy las cajas de compensación?

Según nuestro último reporte, a septiembre de este año, tenemos 10,67 millones de afiliados. La gente a veces no comprende muy bien en que trabajamos: nos esforzamos por provocar una movilidad social ascendente.

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Aproximadamente, 69% de las personas que están afiliadas al sistema de compensación familiar son personas que ganan hasta 1,5 salarios mínimos. Esas personas, por ser asalariadas, ya no reciben ayudas del Estado, pero el hecho de que sean asalariados no significa que dejen de ser pobres o que dejen de ser vulnerables.

Tras el fin de Mi Casa Ya, ¿cuántos subsidios han dado?

Este año esperamos desembolsar 120.000 subsidios de vivienda y adjudicar a nuestros afiliados cerca de 54.000 subsidios. Esa concurrencia permitía que esas personas que no tienen ingresos superiores a 1.5 salarios, a dos salarios, pudieran hacer sus cierres financieros. En este momento las brechas que hay para una persona con estos ingresos son enormes.

Tenemos 432.000 afiliados que están en condiciones de pobreza monetaria y 1,5 millones en situación de vulnerabilidad.

La semana pasada hubo polémica con un congreso que organizó Comfama, ¿hablaron con ellos?

Confama es una caja de las serias y disciplinadas en el uso de sus recursos, además de las más queridas por los afiliados en Antioquia. Si uno empieza a auscultar todo lo que Confama hace, se lleva una gran sorpresa en relación con que realmente la aplicación de los recursos es juiciosa y rigurosa.

Ahora bien, Confama ofreció disculpas, porque entiende que hay una sensibilidad general sobre ciertos temas y que es posible que el título que se le dio a esa actividad no haya sido, de verdad, el más adecuado ni el correcto. Porque en realidad, lo que se iba a hablar en ese congreso era más de un tema de espiritualidades no hegemónicas.

¿Por qué decidieron no incluir un debate de precandidatos en la agenda del congreso?

Lo hicimos de manera intencional, deliberada, porque hoy tenemos 75 candidatos que están tratando de inscribirse por firmas, 107 que aparecen en el radar político.

Consideramos que está demasiado atomizado el tema y no se han definido esos perfiles que realmente van a llegar a esa primera y segunda vuelta. Entonces, invitar a unos y no invitar a otros termina siendo provocador. Sí quisimos tocar temas que tienen que ver con el momento electoral, pero no quisimos que eso fuera el centro de debate frente a las coyunturas empresariales que en este momento vivimos en el sector, y más desde la compañía.