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Un aumento mayor que el previsto en niveles de deuda bajaría su nota
De acuerdo con Fitch Ratings, Bogotá obtuvo una calificación de AAA y una perspectiva crediticia estable. Dentro de los aspectos que se tuvieron en cuenta para llegar a estas conclusiones se destacaron una administración fiscal fuerte, economía nacional fuerte, márgenes operativos sólidos, proyecciones de deuda sustentables, el enfoque en deuda externa a largo plazo y la necesidad de inversiones de capital continuas.
Sobre el primer aspecto, Fitch destacó que sus indicadores socioeconómicos son de los más favorables en el contexto nacional, además de que contribuye con cerca de 25% del PIB del país.
Así mismo, reseñó su posición financiera fuerte gracias a una “base sólida de ingresos tributarios, niveles altos de liquidez y una política de endeudamiento conservadora”. Tan solo en 2016 los ingresos tributarios representaron aproximadamente 65% de las entradas totales de la ciudad.
En relación con los márgenes operativos sólidos, la calificadora señaló que, aunque en 2016 el margen fue de 26,5% de los ingresos operativos, Fitch Ratings estima que este excederá 20% en 2017.
Sobre el portafolio de deuda, la entidad señaló que los principales riesgos en este aspecto (exposición al tipo de cambio, fluctuación de las tasas de interés y niveles de liquidez), deben estar sujetos a un monitoreo continuo con base en los lineamientos establecidos por la administración distrital. Incluso, hizo énfasis en que para financiar el número significativo de proyectos de movilidad e infraestructura de carreteras, la ciudad tiene como estrategia un mayor ingreso tributario, ingresos de capital y deuda.
“Bogotá espera utilizar recursos adicionales de deuda de $7 billones, que incluyen $2,5 billones aprobados por el Concejo en la administración previa y $5 billones en 2016. Considera también nueva deuda de $2,4 billones”, destacó Fitch en su informe.
Por último, la entidad mencionó que entre los factores que podrían causar una calificación negativa está un aumento mayor que el previsto en los niveles de deuda, un deterioro sustancial en márgenes financieros y niveles de efectivo, y déficit presupuestales persistentes.
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