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En su último informe de política monetaria señaló que, con los indicadores disponibles, la actividad económica se habría desacelerado más de lo que se había proyectado
El Banco de la República presentó su Informe de Política Monetaria de julio, en el que el equipo técnico publicó sus principales proyecciones macroeconómicas.
Entre los cambios, se revisó a la baja el pronóstico de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que se tiene para este año, pasando de 1% a 0,9%. Esto, en contraposición de lo que han hecho algunas entidades, como Credicorp Capital, que subió su proyección de 1,3% a 1,6%.
De acuerdo con el Emisor, la actividad económica se habría desacelerado algo más de lo que se había proyectado en el informe de abril. En el primer trimestre, la demanda interna se contrajo anualmente debido al bajo desempeño de la inversión, mientras que el consumo privado continuó creciendo, pero a una tasa moderada.
“Lo anterior se reflejó en una significativa caída de las importaciones que, junto con la mejor dinámica de las exportaciones, principalmente las de servicios, explicó una reducción en el déficit externo real”, dice en el informe.
Además, según indican, para el segundo trimestre del año, indicadores disponibles, como el ISE, las ventas por menor y la confianza, “sugieren un retroceso trimestral en los niveles de actividad económica”, con lo que el crecimiento anual de la economía en el segundo trimestre sería de 0,7%, según las estimaciones del Banco. “Esta caída obedecería, principalmente, a un nuevo descenso de la inversión, mientras que el consumo mantendría un nivel similar al observado en el primer trimestre, aunque algo inferior al de un año atrás”.
Para lo que resta de 2023, tal como lo explicó el gerente técnico del Banco, Hernando Vargas, se espera una demanda externa débil, en medio de un entorno de condiciones financieras globales más apretadas, además de términos de intercambio inferiores a los observados en 2022.
El equipo técnico también bajó el pronóstico de inflación, pasado de 9,5% a 8,96% para 2023, mientras que para 2024 quedó en 3,5%. “Colombia fue el país que más fuerte tuvo el choque inflacionario pospandemia. En 2022 cerramos con una inflación de 13,1% y ya estamos en la fase de desaceleración, en línea con lo que ha pasado en la región”, dijo Julio Romero, economista jefe de Corficolombiana.
"Pensamos que la brecha de producto se cerraría en 2023 y se tornaría negativa en 2024, dada la desaceleración", explicó Hernando Vargas, gerente técnico, del Banco de La República. La revisión a la baja pasó de 1,9% a 1,7% para el segundo trimestre.
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