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Entre 2005 y 2025, los hogares unipersonales se duplicaron.
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En las dos décadas señaladas, el precio de la vivienda creció cuatro veces más que el pago de un arriendo, además de que triplicó la inflación y duplicó el salario mínimo
Cifras de la tenencia de vivienda en el país indicaron que, desde 2003 hasta 2024, los hogares que viven en vivienda propia disminuyeron; mientras que los que habitan bajo la modalidad de arriendo registraron incrementos.
Para 2003, 53,5% de los hogares tenía su propio predio, pero la cifra fue disminuyendo con el pasar de los años hasta llegar en 2024 a 39,6%. Las cifras de arriendo aumentaron de 2003 (31,4%) a 2024 (40,4%), es decir, cuatro de cada 10 hogares viven en alquiler. Con base en los datos de Corficolombiana, desde 2022 la población que está en arriendo superó a la que tiene vivienda propia.
Si bien esta tendencia no solo se presenta en Colombia sino en América Latina, el país lidera el crecimiento de hogares que viven en arriendo con una proporción que llega a duplicar el promedio de países pares.
Junto con Chile, Colombia presentó el mayor crecimiento en las primeras dos décadas del siglo XXI, a lo que se añade que este es un fenómeno que se presenta en todo el territorio nacional.
Entre las razones que explican esto se encuentra la dificultad de conseguir una vivienda propia. Muchos hogares se ven por fuera del mercado, incapaces de satisfacer de adquirir una propiedad, y tienen que recurrir a alquileres.
En las dos décadas señaladas, el precio de la vivienda creció cuatro veces más que el pago de un arriendo, además de que triplicó la inflación y duplicó el salario mínimo.
Esto coincide con mayores restricciones de créditos. El país tiene bajas profundizaciones en crédito hipotecario, que representa 7,6% del PIB, es decir, una de las menores de la región e inferior a la del siglo XX.
En cifras concretas, lo anterior ocasionó que solo 3,1% de la población adulta accediera a créditos, según la corporación financiera. Panorama que también se suma a mayores tasas de interés real. Todo ello en un contexto de alta informalidad laboral y desempleo.
El descenso de la población joven y el aumento de hogares de una sola persona reduce las posibilidades de que alguien acceda a comprar una propiedad. Entre 2005 y 2025, los hogares unipersonales se duplicaron; dos de cada 10 hogares pertenecen a este rubro y 43% de ellos vive en arriendo.
Para Corficolombiana, debe reducirse el déficit habitacional y atender al mercado que busca alquileres o compra de vivienda. Según lo señaló, el mayor peso de los arriendos abre oportunidades a un sector constructor para lanzar ofertas ajustadas al tamaño de los hogares, impulsando modelos como ‘vivienda compartida’ y ‘alquiler institucional de vivienda’.
Pese a la disminución en 55 puntos básicos respecto al mes anterior, completa 86 meses por encima del promedio histórico observado entre 2000 y 2019
De esta manera la Economía Popular también se integra de manera directa a la dinámica productiva de las zonas francas
El municipio con la mayor prevalencia de esta condición fue Cumaribo, en Vichada, con 63,58% de los hogares en pobreza energética, cercano a 14.172 hogares
