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Analistas 21/07/2022

Recuentos y fórmulas para la integración

Vicente Echandía
Diplomático
Analista LR

La integración latinoamericana es una historia llena de emulaciones, fracasos y algunos aciertos. Desde hace décadas los países de la región hemos intentando acercarnos para tener un mayor peso en el mundo, un mercado expandido para lo que producimos y políticas conjuntas que nos permitan tener mejores resultados con la idea de que sumando nos va mejor. En ese camino, hemos experimentado con todo tipo de ideas, objetivos y resultados.

La historia comienza en 1960. Inspirados en el Tratado de Roma de 1957 y en el experimento integracionista europeo que empezaba, once países de la región, entre los que se encontraba Colombia, decidieron dar un paso en la misma dirección con la creación de la Asociación Latinomericana de Libre Comercio – ALALC.

Este primer intento no tuvo los logros esperados, entre otras gracias a la política de industrialización por sustitución de importaciones. De aquí que algunos años despúes, un grupo más pequeño de países entre los que nuevamente se encontraba Colombia, consciente del potencial de la integración, decidió montar un proceso aparte. En 1969, con la firma del Acuerdo de Cartagena nacía el Pacto Andino, con la idea de lograr en un espacio más pequeño lo que no se había logrado en un espacio más amplio.

Saltemos de 1969 a hoy. En el entretanto el Pacto Andino cambió de nombre y pasó a llamarse Comunidad Andina. La ALALC se convirtió en ALADI, pero a pesar del cambio de nombre es poco lo que tiene para mostrar. Colombia, Mexico y Venezuela crearon el Grupo de los Tres. Los países latinoamericanos más España y Portugal crearon la Cumbre Iberoamericana, esa que todos recordamos por que el Rey de España mandó a callar a Chavez, y por nada más. Los países de la región amazónica crearon el Tratado de Cooperación Amazónica. Los países de Suramérica crearon UNASUR, Venezuela y su ALBA lideraron la creación de una organización paralela a la OEA pero sin los Estados Unidos y Canadá por aquello de imperialistas, que se llama CELAC. Para enfrentar a UNASUR, Chile y Colombia promovieron la creación de PROSUR y Colombia, México, Chile y Perú crearon la Alianza del Pacífico. Como ven, tenemos todo tipo de organizaciones, todas vigentes.

Traigo este breve recuento porque el gobierno entrante ha dicho que quiere trabajar por fortalecer la integración con la región. Este es un tema en el que se puede mostrar mucho mientras se hace poco. Es lo que llamo la integración de convenio, esa en la que se reunen los presidentes, se toman fotos y firman acuerdos.

La integración efectiva, real, la que logra dar valor no sólo a la acción de los gobiernos, sino a la vida de sus ciudadanos, necesita ir mas allá. Para eso, no hay que crear nuevas organizaciones. Hay que darle nuevo sentido a las que tenemos. Para eso, la agenda tiene que cambiar. Tenemos que trabajar en facilitar la migración. Si no nos podemos mover libremente por el continente, de qué integración estamos hablando? Y no me refiero a ingresar sin visa por tres meses. Me refiero a fijar residencia en otro país de la región sin más obstáculo que tomar la decisión de hacerlo.

Para moverse hay que avanzar en la integración física. Muchas buenas ideas a este respecto han circulado a traves de los años, pero la imposibilidad de llegar a acuerdos ha impedido su implementación. Y sin forma de moverse por ríos, carreteras o trenes, la integracion seguirá siendo sueño más que realidad. El intercambio comercial, sería uno de los beneficiados con mejor infraestructura. El comercio intraregional en la actualidad es extremadamente modesto. Mucho tiene que ver con los altos costos del transporte, pero tambien con la dificultad de hacer cumplir los acuerdos a los que se ha llegado en temas arancelarios. Una zona de libre comercio o un mercado común seguirán siendo una ilusión si los paises de la region siguen priorizando el beneficio en el corto plazo de unos cuantos al de las mayorías en el largo. Finalmente, el medio ambiente, un tema al que pocos recursos hemos dedicado, pero en el que tenemos mucho que aportar.

Si avanzamos en estos temas nos aseguraremos, finalmente, una verdadera integración regional.

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