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Cuando la vacuna de covid-19 esté disponible, por lo menos 35 millones de colombianos se deben vacunar para lograr inmunidad de rebaño. Con más de 200 en desarrollo, Goldman Sachs estima en 40% la posibilidad de tenerla para marzo del 2021. Las más promisorias pueden requerir dos dosis, significando una campaña de mínimo 70 millones de aplicaciones.
El antecedente más grande en Colombia fue la de Sarampión, donde se aplicaron 17 millones en 14 meses. Si sumamos todas las campañas, el año pasado vacunamos 23 millones. Encontrar la vacuna es solo el inicio, el camino es más largo de lo que muchos creen. La mejor inversión para reactivar la economía es la logística de vacunas. Si a esa gente le hace falta algo, el país no lo perdonaría.
En EE.UU. hay tres vacunas en fase final de aprobaciones. Las técnicas que usan material genético, se descomponen cuando hay deshielo. Por eso la de Pfizer requiere temperaturas por debajo de -80ºC, Moderna exige -20ºC, y Oxford requiere de frío, pero no helado. Si se requieren cadenas de ultra frío, por debajo de -20ºC, ni EE.UU. cuenta con lo requerido. Su ejército está preparando la ampliación de refrigeración más grande en la historia, con tal de evitar meses adicionales de cuarentena.
Una evaluación global de logística médica realizada por DHL, identificó que Colombia podría distribuir hasta de 2ºC, por debajo imposible. Anticipar un refuerzo de capacidad con algo de ultra-refrigeración sería sabio. Neveras para almacenar 100 mil vacunas costarían $25 mil millones, tampoco hay vehículos de frío por debajo de -16ºC. Si las vacunas requieren frío adicional tocaría revertir el modelo extra-mural. Prever la migración de miles a grandes ciudades traería otros retos logísticos.
Pase lo que pase se debe mejorar la última milla de frío. Si se tuvieran que aplicar 10 millones de vacunas adicionales al año, se tendría que aumentar almacenamiento en ocho departamentos. Lograr 30 millones requeriría un plan nacional. No es tan fácil utilizar otras redes existentes de frío, la carne y leche no se pueden quedar al aire libre. El uso de neveras portátiles especiales para salir a buscar la comunidad es fundamental, es necesario garantizar la producción de hielo seco. Otros retos como pasar de 9.000 a 30.000 vacunadores se pueden lograr, con capacitación en inyectología. Tocaría mejorar la capacitación del manejo del frío en exteriores.
Al principio la demanda será inmensa, aunque ya el Ministerio priorizó 6,5 millones de pacientes y trabajadores esenciales. La encuesta del Dane sobre voluntad de aplicación de la vacuna es de 72,6%, justo el mínimo requerido. Se requiere una masiva campaña mediática. No solo la disposición de aplicación disminuye con la edad, sino en ciudades como Cali y Sincelejo la intención es menos de 60%. Sin inmunidad de rebaño, no se acaba la cuarentena.
Nunca pensamos que cuando Aureliano Buendía conoció el hielo, años después sería un tema de vida o muerte. Aunque después quede capacidad ociosa, tener la economía cerrada un mes cuesta entre $45-$60 billones. Todas las inversiones para adelantar meses la apertura tienen sentido. El mejor escenario hoy es 18 meses, pero podrían ser 30 meses, si nos obsesionamos en ayudar a los vacunadores, lograríamos salir de esto antes de 2022.