Congreso, consultas y democracia

No he visto en encuestas recientes apartes dedicados a cómo piensan votar los colombianos al Congreso de la República. Pareciera que lo único que importara es qué va a pasar en las elecciones presidenciales y cuánto ha subido o bajado Gustavo Petro. Deberíamos mirar al Perú, donde a pesar del triunfo de Pedro Castillo, con una agenda electoral de izquierda, ha moderado bastante su eje de gobierno, en no menor medida por no tener mayorías en el Legislativo. Nuestra atención debería centrarse entonces en quienes saldrán elegidos este domingo 13 de marzo.

¿Qué me preocupa? Que no haya mayorías claras, independiente del partido político, para defender un modelo de libre mercado, que nos asegure no solo el crecimiento y la formación de empleo, sino que atraiga la inversión, en una oportunidad dorada que se nos presenta. En un mundo bastante convulsionado, nuestra estabilidad contrastaría bastante con la inestabilidad regional y mundial. No es otra razón por la que la inversión de portafolio, que estuvo muy quieta a principios de año, empezó a dinamizarse tras la sangrienta invasión de Rusia a Ucrania. Esto es lo que yo espero del Congreso…que no nos vaya a suicidar en primavera, no importa quién esté en la Casa de Nariño. Que plante cara si es necesario, y construya cuando toque.

Ahora bien, el Congreso se compone de partidos, pero sobre todo de personas que hacen la diferencia. Yo voto en el Valle por lo que mis preferencias están marcadas por los intereses nacionales y por los de mi región. Y la vara que utilizo es, primero, la honestidad comprobada y el valor civil en épocas de crisis. Además, me gustan las personas que puedan trabajar en equipo. Por eso votaré por Gabriel Velasco al Senado (CD13) y por Christian Garcés a la Cámara por el Valle (CD101), quienes mostraron carácter y firmeza durante el paro violento en el Suroccidente. Si votara en Bogotá, lo haría por Gabriel Santos a la Cámara (CD104) porque me gusta su mensaje de una derecha diferente e incluyente. Que conste que no soy activista del Centro Democrático, pero estos candidatos me dan seguridad de sensatez e independencia en cualquier escenario.

Pero las elecciones de Congreso van acompañadas de una consulta de coaliciones para Presidencia de la República, que constituye la primera medición de fuerzas antes de primera vuelta. Esto hace que este certamen tenga una importancia desmesurada. Mi primer análisis es cuál coalición está más alineada de nuevo con la defensa del libre mercado y las libertades económicas. Adicionalmente, pesaría también mucho el enfoque en temas de seguridad ciudadana y orden público, que es uno de los retos más grandes que tenemos como nación. Por último y no en orden de importancia, tendría en cuenta el menor chance que esa coalición, su candidato ganador, o sus seguidores, se pudieran desplazar en segunda vuelta hacia las toldas de Gustavo Petro y al eje Cuba-Maduro-Putin. Cuando sumo estos factores me queda claro que la coalición Equipo por Colombia cumple todas estas condiciones. Y si utilizo de nuevo la vara de honestidad y valor civil, el candidato que más destaca es sin duda Federico Gutiérrez, quien además trae consigo una campaña fresca y con inercia ascendente, además de una exitosa experiencia como administrador público. Hasta ahí mis opciones.

Hay opciones para todos los gustos y preferencias ideológicas, y la democracia se construye participando y votando. Ojalá cada colombiano se pregunte primero que clase de país desea, y de ahí investigue qué candidato representa mejor ese deseo, no solo con sus propuestas, sino más con su trayectoria y sus acciones.