Uribe ¿vicepresidente?

En las últimas semanas ha estado corriendo en las ideas de políticos la propuesta de que el expresidente Álvaro Uribe sea candidato a la Vicepresidencia.

Creo que eso sería un error. Aquí va mi explicación. El Gobierno Petro lo ha hecho mal, lo que ya en este momento de su administración es contra evidente. La improvisación, la falta de gestión pública, la corrupción, y las poderosos guerras internas que cada semana traen un escándalo más, han hecho desnudar al Presidente en su escenario natural que es el del caos.

Pero el caos, el Presidente lo maneja en la plaza pública y con un discurso que le ha garantizado hasta ahora por lo menos 30% de una base política que no se ha movido ni un milímetro.

La desaprobación de Petro con base en las últimas encuestas en Colombia ha subido muy poco. Casi que se ha mantenido estable aún por debajo de las cifras de Duque y Santos, los dos presidentes con peores cifras de aprobación de la historia política reciente.

Eso demuestra dos cosas: que hay una población para la que pase lo que pase: Ungrd, Invías, Nicolás Petro, la familia Torres, Juan Fernando Petro, Pitufo, etc, todo es un invento de la prensa, una persecución al Presidente y una mentira. Esa, su base política, ve en Petro literalmente a un súper humano que tiene además esta calidad de ser un santo. Nada lo toca, nada lo puede corromper. Todo es una conspiración de los poderes en su contra, tal como él lo repite. Es el teflón.

Lo segundo es que el Presidente, aunque su Gobierno ha sido malo en administración y resolución de problemas, tiene aún gobernabilidad. Lejos de ser un gobierno frustrado, Petro tiene ahora a un ministro del Interior que sí sabe de algo en la vida es de hacer política. No es menor la cantidad de acuerdos por representatividad en entidades que se han hecho en las últimas dos semanas. Benedetti tiene todos los cuestionamientos, pero en política y en campaña es sagaz.

Como lo han dicho Rafael Nieto y otros, que el expresidente Uribe pudiera ser candidato a la Vicepresidencia sería de algún modo legitimar que el presidente Petro pudiese renunciar y serlo también. Igual que Uribe.

El país entonces asumiría una nueva página en la polarización absurda que ha hecho que los conflictos y los problemas se queden sin resolver, porque no hay matices y sin matices no hay acuerdos y la sociedad no avanza.

Uribe está en un juicio por una acusación muy manipulada que podría generar el mismo efecto de Trump con sus investigaciones. El expresidente es un líder que sabe de gerencia pública, pero también divide al país. Darle cabida al discurso de candidato a la Vicepresidencia sería una alfombra roja para un Petro que sería un muy pero muy mal segundo gobierno.

Las personas que creen que este es un Gobierno ya derrotado, que va a perder sin oportunidad están equivocadas. Petro aún tiene mucho poder y gente que lo respalda. La democracia debe continuar entre opciones nuevas que puedan superar la polarización.