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La información económica, en ocasiones, es muy difícil de interpretar. La semana pasada se dieron a conocer los resultados del comercio al por menor para mayo y en año corrido. Según las cifras del Dane y el informe del Departamento Nacional de Planeación (DNP), en mayo las ventas de comercio al por menor repuntaron con un incremento de 8,2% anual, cifra que representa el crecimiento más alto durante 2019, superando ampliamente los resultados de mayo de 2018. El incremento se explica gracias al desempeño positivo en las cinco ciudades principales. Concluye el informe oficial estableciendo que en mayo “el crecimiento estuvo liderado tanto por el grupo de bienes Durables, que creció 9,4% en el mes, como por el grupo de bienes No Durables -sin combustibles- que creció 7,7%. Ambos grupos mejorando los resultados frente al mes anterior y frente al mismo periodo del año pasado”.
En el año corrido a mayo el comercio al por menor acumuló un crecimiento de 5,3%. Asimismo, el informe del DNP destaca que, por grupos, el de licores y cigarrillos fue el sector que más acumuló crecimiento (14,3%), seguido de equipo de informática y telecomunicaciones (12,7%), calzado y cuero (10,2%) y muebles y electrodomésticos del hogar (10,0%), artículos de ferretería (6,6%) y vehículos y motocicletas (5,4%). Asimismo, cabe resaltar que el grupo de alimentos y bebidas que acumuló un crecimiento de 7,3%, fue el sector que más aportó al incremento en el año corrido. Dicho informe hacía entrever hasta mayo un significativo crecimiento del consumo de los hogares colombianos y, en general, permitía vaticinar una recuperación del consumo, de la demanda agregada y de la actividad económica nacional.
No obstante, en estos últimos días Fedesarrollo dio a conocer los resultados de su encuesta de opinión al consumidor que indica un deterioro en las expectativas en el mes de junio frente a mayo, mes para el cual también se habían registrado expectativas negativas. Los resultados del segundo trimestre de 2019 evidencian una reducción en la confianza frente al primer trimestre de 2019 y con respecto al segundo trimestre de 2018. En particular, frente al trimestre anterior, tanto la valoración de los consumidores sobre la situación del país como sobre la situación de sus hogares disminuyó. Por su parte, la disposición de los consumidores a comprar bienes durables se ubicó en -5,6%, resultado que implica una reducción con respecto al balance promedio registrado durante el primer trimestre de 2019. Además, según la encuesta, en junio el Índice de Confianza del Consumidor (ICC) registró un balance de -6,3%. Este resultado representa una reducción de 1,3 puntos porcentuales frente al mes anterior y una disminución de 21,8 puntos porcentuales frente al mismo mes de 2018.
La reducción frente al año anterior obedece a una disminución en el Índice de Expectativas del Consumidor y en menor medida al decrecimiento en el Índice de Condiciones Económicas que refleja la situación actual de los hogares. Si bien los indicadores de ventas del comercio al por menor y el de expectativas al consumidor son de naturaleza diferente, pues representa, el uno, el comportamiento real del consumidor que es positivo; y, el otro, las expectativas del consumidor, según Fedesarrollo, que son negativas, dichos resultados lucen aparentemente contradictorios y reflejan lo que se puede denominar la paradoja del consumidor colombiano.
