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Analistas 27/01/2023

¿Oportunidades perdidas?

Ricardo Mejía Cano
Gerente de Saladejuntas Consultores

La pandemia, la tensión comercial EE.UU.-China y la desafortunada invasión rusa y consecuente guerra en Ucrania han sido causa de la alta inflación, la ruptura de las cadenas de suministro y de una economía mundial patas arriba. Millones de personas aguantando hambre.

Pero nunca se habían presentado para nosotros oportunidades tan claras de crear empleo y rescatar a esa población en situación tan angustiosa.

El T-Mec es el nuevo acuerdo comercial de México, EE.UU. y Canadá. Los tres países representan la tercera parte del comercio mundial, participación que deberá crecer en los próximos años, en la medida que los fenómenos anteriores están obligando a las empresas a desarrollar proveedores cercanos geográficamente, más afines culturalmente y preferiblemente en la misma zona horaria. La “Deslocalización Cercana” (DC) es nuestra gran oportunidad.

Según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, la DC podría representar para nuestros países un crecimiento en las exportaciones de productos manufacturados de $78.000 millones en el mediano plazo. Para el BID los países que más rápido se podrían beneficiar son México y Brasil. Sin embargo, la demanda de partes para vehículos, piezas de acero, materiales de construcción, telas, confecciones, calzado, alimentos, partes electrónicas, etc. será tan grande, que Colombia podría convertirse en uno de los grandes beneficiados.

Me resisto a creer que quienes votaron por Petro piensen que sin trabajar ni hacer nada vivirán sabroso. La gran mayoría de sus electores esperan que el gobierno genere empleo, confianza y mayor desarrollo del país.

Si Petro quiere pasar a la historia como el líder del cambio, debe trabajar en la generación de empleo, impulsar el desarrollo y disminuir la corrupción entre otros. Si quiere proteger el medio ambiente, debe promover la ciencia y la tecnología.

Amazon, Apple, Walmart, la industria automotriz, de confección y de construcción norteamericana necesitan proveedores cercanos y confiables. Para atenderlos se necesitan grandes inversiones, pero por fortuna la venta de esos productos estaría garantizada. Un foro de los grandes empresarios colombianos, el Grupo Aval, el GEA, Grupo Bolívar-Davivienda, la Organización Ardila, etc., aquellos grupos con capacidad empresarial y financiera y las grandes empresas norteamericanas debería ser el espacio para definir la lista de productos que Colombia podría suministrar en el corto plazo.

Un plan ambicioso de inversiones conjuntas de empresarios norteamericanos y colombianos nos traería nuevas tecnologías y aprendizajes, más una demanda importante de ingenieros, tecnólogos, técnicos y mano de obra calificada. El gobierno por otro lado tendría que simplificar tramites y mejorar la calidad de la educación.

Son oportunidades que el sector privado, la academia y el gobierno deberían perseguir de manera agresiva y coordinada. Petro, con un equipo multidisciplinario, debería estar invitando a los grandes cacaos de USA y preguntarles cómo podemos nosotros convertirnos en sus proveedores preferidos. En lugar de perder tanto tiempo acabando con lo que más o menos funciona.

El verbo preferido de este gobierno es eliminar: eliminar la minería, el petróleo, el gas, los planes de salud, el programa de pensiones, a los empresarios, las autopistas, los ganaderos. Pareciera que su objetivo es eliminar a los decentes y ayudar a los delincuentes. ¿Cómo piensa entonces generar empleo y desarrollo?

Con la DC se nos presentan unas oportunidades únicas de progreso. ¿Las perderemos?

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