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Analistas 27/08/2017

Ciencia de la felicidad

Pilar Ibáñez
Consultora bienestar organizacional
La República Más

Muchas personas creen que la felicidad es un tema subjetivo, vaporoso e imposible de medir. Pues resulta que investigadores, docentes y centros de pensamiento de diferentes universidades se han dado a la tarea de analizar cómo es posible medir la felicidad y cómo lograr que se generen cifras alrededor del tema.

Muchas investigaciones se han realizado para conocer de qué depende que una persona sea feliz. Entre dichas investigaciones se encuentra la de la Dra. Sonja Lyubomirsky, de la Universidad de California, quien dice que la felicidad depende en 50% de los genes, es decir, si una persona nace en una familia feliz, en que sus integrantes son de buena vibra y ven todo de forma positiva, normalmente existe la tendencia a que los hijos sean positivos y felices. Algunas personas se preocupan mucho con esta cifra, ya que lo primero que piensan es en sus familias negativas.

Dice también que en 10% la felicidad depende de las circunstancias, es decir, de lo que ocurre de forma inesperada cada día y, por último, depende en 40% de la actitud que cada uno le ponga a la vida.

Para las personas que se preocuparon con el porcentaje de 50% de los genes, les tengo una buena noticia: si se mezcla la teoría de la Dra. Sonja con las teorías de Depak Chopra, sostenidas en su libro “Súper Genes” y “Súper Cerebro” y que también cuentan con sustento experimental y científico, todo ser humano puede modificar la codificación genética a partir del cambio de hábitos. Ello significa que en realidad la felicidad depende en 90% de la actitud que cada ser humano le impregna a su diario vivir.

Adicionalmente, Tal Ben Shahar profesor e investigador de la Universidad de Harvard trata los cuatro cuadrantes de la felicidad. Menciona que las personas deben tener en cuenta en sus actos del diario vivir el presente y el futuro.

Primer cuadrante. “Carrera de la Rata”: lo describe como cuando una persona piensa solo en el futuro y no en el presente, es decir, la persona se pasa toda la vida en la búsqueda constante de la felicidad, como si fuera algo que se le perdió. La mala noticia es que nunca logra ser feliz, porque la felicidad no se encuentra en ningún lugar externo.

Segundo cuadrante. “Igual, de algo me voy a morir”: descrito como cuando una persona no piensa en el futuro ni en el presente y vive la vida como si ya se hubiera acabado, terminando muy enfermo o con relaciones interpersonales muy difíciles.

Tercer cuadrante. “Placer hoy para no sentir dolor”: en este cuadrante se encuentran las personas que solo piensan en el presente sin pensar en el futuro. Tratan de hacerse los ciegos, razón por la que todas las acciones que toman son pensando en hoy, en pasarla bien sin importar qué suceda mañana.

En el último cuadrante. La “felicidad”: se encuentran las personas que saben que la felicidad está aquí y ahora, razón por la que todos los actos no solo hacen el hoy, en el presente y los disfruta, sino que van a afectar de forma positiva su futuro. Momento en el cual se encuentran plenos y felices.

En conclusión, la felicidad se trata de un encuentro interno en el aquí y ahora que depende de la actitud de cada uno, de su propia voluntad y conciencia. Si bien es cierto, será positivo encontrar cómo medir la felicidad con indicadores objetivos y subjetivos, por ser vital para el bienestar de la gente, gran importancia adquiere para las empresas, pues la gente feliz podrá generar productividad y desarrollo creativo.

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