Colombia no necesita un presidente perfecto. Necesita uno íntegro, sensible y libre del ego que devora a tantos. Uno que tenga gravitas para resistir la tormenta, y levitas para mantener la sonrisa
Desde la óptica estadounidense, la estrategia agresiva de atacar embarcaciones que se sospechen estar vinculadas al negocio resulta lejos de ser efectiva, pero sí costosa