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Analistas 22/11/2015

Competir ya es vencer

Núria Vilanova
Presidente de ATREVIA
La República Más
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En un mundo como el actual, altamente globalizado e interdependiente, quedarse encerrado en casa tratando de resguardarse de la competencia del exterior no solo es un error sino que se transforma en un modo de cavar anticipadamente la propia tumba. Optar por la internacionalización representa una estrategia para sobrevivir y una herramienta para mejorar.

Eso es precisamente lo que están consiguiendo con éxito algunas empresas de Colombia. Un reciente informe de la revista América Economía señala que nueve multilatinas colombianas aparecen en lo más alto del ranking en internacionalización: Avianca Taca, Grupo Sura, ISA, Argos, Nutresa, EPM, Terpel, Bancolombia y Colombina. Esas multilatinas están mostrando capacidad para adaptarse a la nueva coyuntura y han consolidado su apuesta internacionalizadora: las nueve ya aparecían en el listado de 2014. Y ello sin nombrar otras corporaciones colombianas como Grupo Aval, que dispone de especial relevancia exterior en Centroamérica y cuyo presidente, Luis Carlos Sarmiento, ha obtenido recientemente el II Premio Enrique V. Iglesias al desarrollo del Espacio Empresarial Iberoamericano que otorga el CEAL Ibérico.

Estas multilatinas colombianas han encontrado en la internacionalización una opción para crecer y mejorar. Han demostrado que la globalización es una ventana de oportunidades y no un peligro. La globalización es una enorme ola ante la cual huir es inútil. La única opción es surfear. O parafraseando a los judokas: aprovechar la fuerza del rival en beneficio propio.

La apuesta por la internacionalización conlleva riesgos pero también es el inicio de un camino, no fácil ciertamente, que conduce a una meta, la de la excelencia. La internacionalización implica especializarse y conocer las particularidades de cada uno de los países en donde se está presente para ser diferente y a la vez conseguir ser relevante. Si no se busca la excelencia es inútil plantearse la internacionalización. Como sostenía Charles Darwin, sobreviven los mejores, aquellos que saben adaptarse al entorno. De forma similar, solo los que buscan ser los mejores y brindar un servicio de excelencia a la comunidad acaban sobreviviendo y fortaleciéndose. 

Todas estas virtudes adornan a estas nueve multilatinas colombianas. Avianca lleva demostrando muchos años que su norte es la “Excelencia Latina”. Gonzalo Alberto Pérez Rojas, presidente Suramericana, apunta en esa misma dirección, cuando desvela una de las claves del éxito de Sura: “Hoy el reto de internacionalización no es solo llegar a un país, sino empezar a construir una reputación”. Como ellas, Bancolombia ha pasado de ser un banco pequeño en 1995 a líder en su sector en 2008. 

Nutresa y EPM han convertido la internacionalización en su razón de ser: la primera, en poco más de una década, ha hecho 19 adquisiciones, 13 en el exterior. EPM administra más de 20 millones de clientes en Colombia, Panamá, El Salvador, Guatemala, Chile y México y su gerente, Juan Esteban Calle, señala que la clave del éxito se encuentra en “trabajar con honestidad, buscando diariamente la excelencia y no perder de vista para quien trabajamos”.

Además, las multilatinas colombianas se han logrado situar a la vanguardia de las nuevas tendencias en integración y globalización. Terpel en alianza con la chilena Copec es ejemplo de que la integración latinoamericana debe nacer desde la sociedad. Cementos Argos e ISA lideran conglomerados de infra- estructura importantes en Colombia y América Latina. Por su parte, la reciente compra de la española Fiesta por Colombina muestra la consolidación de un fuerte espacio empresarial iberoamericano. Así, las multilatinas colombianas se han puesto a la cabeza del proceso de internacionalización que se perfila como una de las herramientas para contrarrestar la desaceleración y adaptarse al cambio de modelo. Han abierto una senda que, tarde o temprano, deberá seguir el resto de la sociedad ya que la alternativa a la modernización es el estancamiento.
 

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