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El presidente Trump sigue su gran ofensiva en el caribe contra maduro y ahora prohibió la entrada o salida de los buques petroleros de todos los puertos de Venezuela
La tensión entre Estados Unidos y Venezuela escaló en las últimas semanas con acciones que reflejan un endurecimiento de la política de Washington hacia el régimen de Nicolás Maduro, particularmente, en los ámbitos económico, de seguridad aérea y geopolítico.
El 16 de diciembre de 2025, la administración del presidente Donald Trump emitió una orden que busca bloquear total y completamente la entrada y salida de buques petroleros sancionados desde y hacia puertos venezolanos. La medida tiene como objetivo frenar el movimiento de embarcaciones que, según Estados Unidos, estarían ligadas a actividades que violan sus sanciones, afectando de manera directa la exportación de crudo del país sudamericano. La decisión representa una intensificación del uso de herramientas económicas y marítimas para presionar a Caracas, en un contexto en el que la exportación de petróleo sigue siendo una fuente central de ingresos para la economía venezolana y su gobierno.

En paralelo, el gobierno de Estados Unidos reiteró una advertencia a las aerolíneas internacionales sobre la situación de seguridad al volar en el espacio aéreo venezolano, señalando que las condiciones han empeorado y que existe un riesgo importante en las rutas que cruzan el país, incluso a altitudes de ascenso o descenso. Este nuevo capítulo de las maniobras por parte de la administración Trump para seguir combatiendo al régimen en Venezuela ha suscitado un gran cambio en materia, militar, política, penal y económica.
Frente a este tema, Manfred Grautoff, asesor de seguridad nacional, afirmó que la estrategia utilizada por parte de EE.UU. es muy ingeniosa y demuestra una táctica altamente estudiada, al atacar militarmente una estructura civil, es decir, las fuerzas armadas impiden el funcionamiento de la industria petrolera en Venezuela, la cual es la mayor fuente de ingreso para este país.
Además de esto, Grautoff mencionó que ha habido un gran cambio al referirse a todo el Estado venezolano como una red terrorista. “Es un marco antiterrorista y todo material que apoya a la organización se considera una amenaza, en este caso puntual con Venezuela, es el petróleo”, añadió Grautoff.
Es claro que este problema en el Caribe deja unos grandes huecos en la economía venezolana. Con respecto a este tema, Grautoff mencionó que este escenario es catastrófico para Maduro y que podría causar un cataclismo en la sociedad venezolana. “La incautación de un solo buque equivale a 5% de todo el ingreso petrolero de un país y eso resume la gravedad del asunto”, recalcó Grautoff.
En materia militar, el despliegue ordenado por el presidente Trump ha dejado clara la importancia que tiene este conflicto dentro de sus planes. John Mario González, analista político internacional, mencionó que el gobierno estadounidense ya tomó la decisión de hacer caer al presidente de Venezuela. “Esto deja clara la nueva estrategia de Seguridad Nacional de Trump, que tal cual como se hizo hace más de 100 años con la Doctrina Monroe, pone a América Latina como una de las prioridades más altas del gobierno de EE.UU.”, añadió González.
Manfred Grautoff también fue enfático en señalar todas las acciones que ha hecho EE.UU. para indicar la importancia de este conflicto para sus planes. Grautoff dejó claro que esta es la mayor potencia de fuego militar jamás desplegada en el mar Caribe en toda la historia. “Quién está involucrado es el presidente del Estado mayor conjunto y cuando se hace esto es una señal de que es una prioridad de máximo nivel”, aseguró Grautoff.
El panorama es cada vez más claro y a Venezuela se le está acabando el tiempo. La presión que ha impuesto Trump sobre Maduro ha sido implacable y lo ha dejado sin margen de respuesta para poder solventar esta situación.
Grautoff señaló que la mayoría de los analistas concuerdan en que, más temprano que tarde, habrá una incursión militar en Venezuela para derrocar a Maduro. “Esto no es disuasión, es una ofensiva en un escenario de guerra”, concluyó.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, le pidió a la ONU que interviniera en este conflicto para evitar un “derramamiento de sangre”. “Más allá de las opiniones sobre el régimen de Venezuela o sobre la presidencia de Maduro, la posición de México siempre será un no a la injerencia extranjera y un sí por la búsqueda de una solución pacífica”, dijo la mandataria.
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