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Analistas 12/02/2022

La contabilidad: base del éxito

Juan Pablo Liévano Vegalara
Exsuperintendente de Sociedades

La ley mercantil ordena a los comerciantes, individuales (personas naturales comerciantes) y colectivos (sociedades mercantiles), inscribirse en el registro mercantil y llevar contabilidad. Esto no es un capricho; hace parte del orden público económico, para que exista información útil, confiable y fidedigna para el Estado, para terceros y para el propio comerciante, emprendedor o empresario, como base sólida en el manejo de sus negocios.

De hecho, la contabilidad es la herramienta más valiosa y útil para el desarrollo de una empresa. Cualquier comerciante, emprendedor o empresario que no lo entienda, está destinado a fracasar. Las transacciones y situaciones económicas de la empresa se deben registrar en los libros contables, que son el fundamento de los estados financieros, que a su vez son fundamentales para la planeación y toma de decisiones empresariales. Por eso, sorprenden los resultados de la última encuesta realizada por la Cámara de Comercio de Bogotá. Del total de los encuestados, 22% no tiene registro mercantil. Por su parte, 38% no lleva contabilidad. La pregunta que surge es ¿por qué? Y salta a la vista que hay dos razones: no le ven utilidad a la matrícula mercantil y a la contabilidad, o no están capacitados para llevarla. Esto me recuerda una reunión que tuve hace ya unos años con unos comerciantes, que señalaban que la contabilidad era una carga excesiva y que no se justificaban los costos con relación a su valor agregado. Tamaño disparate.

El valor agregado es inmenso y, además, la ley establece normas por grupos para llevar la contabilidad. Igualmente, la Ley de Emprendimiento facultó al Gobierno nacional para establecer una contabilidad simplificada, a través del método de causación, caja o mixto. Es decir, existen normas para que los comerciantes, empresarios y emprendedores lleven la contabilidad de acuerdo con sus circunstancias y necesidades. Lo que aparentemente no existe es una adecuada pedagogía para que los comerciantes, emprendedores y empresarios se apropien de la ciencia contable. Esto significa, en primer lugar, que entiendan su importancia en el crecimiento y perdurabilidad de la empresa por el valor agregado que genera y, en segundo lugar, que cuenten con una adecuada capacitación para su implementación.

Esto significa que la institucionalidad, para dar solución a los hallazgos de la encuesta, deberá establecer una estrategia comprensiva de capacitaciones a los comerciantes, emprendedores y empresarios, en la ciencia contable, que dará mayor valor agregado al registro mercantil y redundará en formalización y legalidad. Hay mucho que hacer en este sentido, conforme lo revela la encuesta de la Cámara de Comercio de Bogotá.

Por ello, en virtud de la Ley de Emprendimiento, que asignó la inspección, vigilancia y control de las Cámaras de Comercio a la Superintendencia de Sociedades, y el Decreto 1380 de 2021, la Superintendencia de Sociedades y las Cámaras de Comercio tendrán un papel fundamental y deberán trabajar de la mano en la formalización y fomento empresarial, en especial la pedagogía para el cumplimiento de los deberes de los comerciantes y la apropiación y uso de la contabilidad, como base del éxito empresarial y desarrollo del país.

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